Titulo original: Mickey One
Año: 1965
País: EE.UU.
Duración: 90 min.
Dirección: Arthur Penn
Guión: Alan Surgal
Música:
Eddie Sauter y Jack Shaindlin
Intérpretes
Warren Beatty, Teddy Hart, Hurt Hatfield, Franchot Tone, Alexandra Stewart, Franchot Tone, Teddy Hart, Jeff Corey, Kamatari Fujiwara, Donna Michelle, Ralph Foody, Norman Gottschalk, Richard Lucas, Jack Goodman, Jeri Jensen, Charlene Lee, Dick Baker, Gus Christy, David Crane, Denise Darnell, Benny Dunn, David Elsen, Tom Erhardt, Michael Fish, Helen Witkowski, Bill Koza, Greg Louis, Robert Sickinger, Lew Prentiss, Grace Colette, Boris Gregurevitch, James Middleton , Dink Freeman , Jeffrey Allen, Jason Fithian, Dennis Franz, Bob Konovsky, Jan Marsh, Fran Ryan y Earl Sands.
Premios
Premios: Seleccionada para la competición del Festival Internacional de Cine de Venecia.
Sinopsis
Mickey One (Warren Beatty), artista de cabaret, ve como su categoría desciende vertiginosamente tras una desenfrenada orgía con una muchacha, actuando solo en tugurios de mala muerte hasta que su agente George Berson (Teddy Hart) consigue de Castle (Hurt Hatfield), gerente del lujoso club Xanadú, que le conceda una prueba a Mickey. Sin embargo, éste, asustado por su pasado y temeroso por las fuertes sumas de dinero que debe en juegos de azar, decide rehusar la prueba que le podría sacar de la miseria en la que vive. Mientras, su patrona Jenny (Alexandra Stewart), se esfuerza por devolverle el buen sentido. Finalmente, y tras desaparecer su agente, Mickey One acepta hacer la prueba en el Xanadú, donde sospechosos criminales le vigilan. Esperando recibir un tiro en cualquier momento y cegado por la poderosa luz del escenario, interpreta un número cómico tras el que sale corriendo perdiéndose en la oscuridad de la tenebrosa Chicago.
Comentario
Un thriller abstracto y ligeramente kafkiano que propone una parábola anti-MacCarthysta en la odisea de un joven animador de cabaret que vive una existencia despreocupada hasta que de pronto, sin motivos aparentes, se siente acosado, por lo que decide destruir sus documentos personales y trasladarse a otra ciudad donde poder empezar otra vida bajo otra identidad. El director Arthur Penn nada a contracorriente de las tendencias comerciales del Hollywood de la época, realizando una obra muy personal y comprometida. Es el primer encuentro del director con Warren Beatty con quién volvería a trabajar dos años más tarde en la espléndida "Bonnie & Clyde".
