A MÍ LAS MUJERES NI FÚ NI FA (1971)

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    Titulo original: A mí, las mujeres, ni fu ni fa
    Año: 1971
    País: España
    Duración: 86 min
    Dirección: Mariano Ozores
    Guión: Mariano Ozores.
    Música:

    Peret y Gregorio García Segura.
    Temas musicales interpretados por Peret


    Intérpretes

    Peret, Conchita Bautista, José Luis López Vázquez, Patty Shepard, Antonio Ozores, José Sazatornil, Gracita Morales, Carla Araque, María Fiorella, Nuria Gimeno, Ana María Morales, Mariano Ozores, Bárbara Rey, Adolfo Torrado, Adoración Vázquez y Paquita Villalba.

    Sinopsis

    Adelina (Conchita Bautista) es la enfermera del doctor Nicolás Marlasca (José Luis López Vázquez), conocido psiquiatra que va a casarse en fecha próxima con Angela Varela (Patty Shepard). Uno de los pacientes es Marcelo, propietario de una cadena de discotecas y salas de fiestas, a uno de cuyos locales va a actuar Pedro (Peret), conocido cantante. Pedro se enamora de Angela, y con el fin de acercarse a ella se le ocurre decir que necesita urgentemente los cuidados del psiquiatra, al que confiesa una tremenda dolencia: a él, las mujeres no le importan lo más mínimo. El caso es interesante para el doctor, y la enfermera, que ve la posibilidad de que su jefe aplace la boda, fomenta en el psiquiatra el interés por sanar a un enfermo del renombre del cantante. El procedimiento para curar a Pedro es ponerle en contacto con chicas cada vez más guapas y seductoras, pero Pedro parece no tener arreglo, hasta que él mismo insinúa que podría ponerse bien si la medicina fuese Angela. La inmediata negativa del médico, los esfuerzos de la enfermera por convencerle de que acceda a prestar su novia, dan lugar a que el doctor descubra el amor de su enfermera, a la que prefiere, yéndose con ella y dejando el camino libre al cantante.

    Comentario

    Comedia que se apoya en las rumbas de Peret y en las canciones de Conchita Bautista. Se trata de la típica película ligera e intranscendente creada para lucimiento de amos artistas, por el prolífico Mariano Ozores, que ya apunta algunos ligeros toques pseueróticos, lo máximo que permitía la férrea censura franquista de la época.