5 DÍAS SIN NORA (2008)

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    Titulo original: 5 días sin Nora
    Año: 2008
    País: Méxica
    Duración: 92 min.
    Dirección: Mariana Chenillo
    Guión: Mariana Chenillo
    Música: Dario González Valderrama

    Intérpretes

    Fernando Luján, Cecilia Suárez, Ari Brickman, Verónica Langer, Enrique Arreola, Angelina Peláez, Silvia Mariscal, Juan Carlos Colombo, Enrique Cueva, Marina de Tavira, Max Kerlow, Martin LaSalle, Fermín Martínez, Juan Pablo Medina, Arantza Moreno, Vanya Moreno, Daniela Tarazona y Jaime Titkin.

    Premios

    Mejor Película en el Festival de Cine de La Habana. Mejor Actor (Fernando Luján) en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva.
    Mejor Película en el Festival de Cine de Mar de Plata.
    Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Moscú.

    Sinopsis

    Antes de quitarse la vida, Nora elabora un plan para que José Kurtz (Fernando Luján), su ex marido, tenga que hacerse cargo del velorio conforme a lo estipulado por la religión judía. Un suicidio justo antes del Pésaj judío y durante las vacaciones de su único hijo, combinación que deja a su ex marido a cargo de su cadáver, de su casa y de un funeral que no podrá realizarse sino hasta cinco días después. Pero José comprenderá pronto que ésas eran justamente las intenciones de la mujer y se empecina en sabotear los mandatos de esta titiritera del más allá. Sin embargo, el único fallo del plan, una misteriosa foto olvidada bajo el armario, provocará un inesperado desenlace, y revelará que las más grandes historias de amor se esconden en los lugares más pequeños.

    Comentario

    Ópera prima como directora y guionista de la cineasta mexicana Mariana Chenillo, es una película que combina drama, intriga y mucho humor negro con protagonismo de Fernando Luján. El filme mezcla de diferentes costumbres, como la postura particular del personaje principal, el contexto de la comunidad judía y la tradición mexicana de la celebración del Día de los Muertos. Los difuntos siguen siendo parte de la familia, cada año se les pone un altar con las cosas que les gustaban y eso permite una presencia de la muerte en lo cotidiano que da lugar al humor y a poder hablar de ella con menos solemnidad, un cruce de tradiciones judías y cristianas que pone el acento en la tolerancia.