Titulo original: (Living daylights
Año: 1987
País: EE.UU.
Duración: 125 min.
Dirección: Scott Glen
Guión: Richard Maibaum y Michael G. Wilson, basado en un relato de Ian Fleming
Música:
John Barry.
Temas musicales: “The Living Daylights”, interpretado por A-Ha; “Where Has Everybody Gone?”, interpretado por The Pretenders; “If There Was A Man”, interpretado por The Pretenders; “Sinfonía nº 40 en g menor (1er. Movimiento)”, de Wolfgang Amadeus Mozart; “Cuarteto en d menor de cuerda”, de Borodin; “Variaciones rococo”, de Tchaikovsky; y “Concierto para cello en Ut menor” de Antonín Dvorák.
Intérpretes
Timothy Dalton, Maryam D'Abo, Jeroen Krabbé, Joe Don Baker, John Rhys-Davies, Art Malik, Andreas Wisniewski, Thomas Wheatley, Robert Brown, Geoffrey Keen, Walter Gotell, Caroline Bliss, John Terry, Virginia Hey, John Bowe, Julie T. Wallace, Kell Tyler, Catherine Rabett, Dulice Liecier, Nadim Sawalha, Alan Talbot, Carl Rigg y Tony Cyrus.
Sinopsis
Un desertor del ejército soviético, el general Georgi Koskov (Jeroen Krabbé), revela a los servicios secretos británicos la existencia de un complot para asesinar a varios de sus agentes. James Bond (Timothy Dalton), el agente 007, es designado expresamente por el general Koskov para que le proteja al desertar de la KGB. Tras escapar hacia Austria, Koskov se reúne con la organización de Bond en Londres para ponerlos al corriente de los planes del general Leonid Pushkin (John Rhys-Davies), que tiene la intención de asesinar a una serie de agentes británicos. Bond no se cree la historia de Koskov, más aún cuando éste es capturado de nuevo por la KGB. Para dar con el paradero de Koskov, Bond regresa de Bratislava, donde encuentra a la novia del general, que también corre peligro. La ayuda a escapar y descubre que Koskov se halla en Tánger junto al general Brad Whitaker (Joe Don Baker), un traficante de armas, lo que le llevará a Afganistán.
Comentario
Primera de las entrega de las aventuras del agente secreto creado por Ian Fleming con protagonismo de Timothy Dalton, que no duraría mucho como James Bond. Aquí 007 es enviado a Bratislava para propiciar la deserción de un alto mando de la KGB. Cuenta con los trucos ya habituales en la serie Bond, desde dobles agentes con mentalidad de asesino hasta las inevitables mujeres adversarias y amantes. Pese a su rutina, tiene momentos de acción muy bien conseguidos por los directores de efectos especiales.