«LA PIEL QUE HABITO» DEVUELVE EN CANNES AL DIRECTOR REBELDE QUE SIEMPRE FUE

A sus casi 60 años, Pedro Almodóvar está más joven que nunca. Prueba de ello «La piel quw habito», presentada este jueves en la competición del Festival de Cannes, una película que devuelve al joven rebelde radical de los años de la movida. Bajinoplastia es el término de la revolución. Lo demás lo pone Elena Anaya, una maravilla.

Esta película es un hito en el cine de Almodóvar por muchos motivos. Primero, de nuevo se alinea con un viejo camarada, Antonio Banderas, radicalmente reformado desde los tiempos de guerrilla. Considerado una estrella en Hollywood, Banderas se atreve con un personaje radical de la mano de Almodóvar. Es un rol doliente, oscuro, maravilloso a ratos, y vampírico. Banderas y, sobre todo sus ojos de color moca, expresan el dolor y el amor, a partes iguales. Puede ser un monstruo, si, pero le comprendemos. Comprendemos su dolor y también el horror.
Segundo, Elena Anaya. La piel de la actriz es la que Almodóvar usa, con gran beneficio para la película. En un arriesgadísimo ejercicio de generosidad.Elena Anaya se entrega enteramente a la película. No es sólo una fiera atrapada en una piel que no desea, sino la mujer que Antonio Banderas desea. Jamás nunca como antes Almodóvar ha expresado tanto la ley del deseo. Hay que vonstatar que «La piel que habito» es Almodóvar al 150 por cien de su mismo.
Inspirándose en la novela «Tarántula» del francés Thierry Jonquet, el director español se aventura en un proyecto inédito en su filmografía: una historia de terror en la cual violencia, venganza y pulsiones malsanas son los ingredientes de un nuevo estilo. Se trata de su primer thriller, casi una película de terror. «Es una historia de supervivencia en condiciones extremas, y eso es también la historia de la humanidad», ha comentado en Cannes Pedro Almodóvar. «Pensé en el mito de Frankenstein después, y sobre todo al mito de los Titanes y Prometeo»