«Impuse como director en mis filmes toda la variedad que había en la vida», ha recordado el cineasta

El Festival de Cine de Venecia ha consagrado este jueves 29 de agosto con el León de Oro a la Carrera, al cineasta español Pedro Almodóvar, que recibió el prestigioso premio definiéndolo como un «acto de justicia poética». El cineasta, al que el director del certamen Alberto Babera, considera como «el más grande e influyente director español desde Luis Buñuel», no había recibido hasta ahora ninguno de los mayores galardones de los festivales europeos como Cannes y Venecia.

«Treinta años después me están dando el León de Oro por una película que traje en 1988. Y eso es un acto de justicia poética», ha comentado divertido Almodóvar durante una conferencia de prensa celebrada poco antes de la ceremonia oficial. El realizador se refería al filme «Mujeres al borde de un ataque de nervios», que compitió aquel año en la Mostra veneciana y que había entusiasmado al presidente del jurado de entonces, el cineasta italiano Sergio Leone.

En su honor el festival ha proyectado la película que lo catapultó en la escena internacional. Almodóvar, que el 25 de septiembre cumplirá 70 años, alcanzó fama mundial con el colorido y el atrevimiento de sus películas e inició su carrera internacional justamente en el festival de Venecia. «Mi bautizo fue aquí, en este festival, en 1983 con el filme «Entre tinieblas». España despertaba de una larga dictadura de 40 años Lo más importante de la movida era el hecho de haber perdido el miedo y poder gozar de una enorme libertad», ha asegurado el cineasta manchego.

Pedro Almodóvar ha recibido emocionado el galardón que se añade a sendos Óscar por dos de sus mayores éxitos: «Todo sobre mi madre» y «Hable con ella». Según ha contado, «mi cine es el producto de la democracia española. Mis películas eran la demostración de que la democracia española fue real. Cuando empecé a hacer cine no se hablaba de diversidad. La vida entonces era muy diferente», ha añadido. «Impuse como director en mis filmes toda la variedad que había en la vida», ha recordado al referirse a las temáticas almodovarianas: masoquismo, homosexualidad, masturbación, droga, pornografía, ataques a la religión.

El cineasta ha confesado que en sus películas reina el color por una suerte de reacción» contra su tierra de nacimiento: «Hay como una reacción en contra del lugar donde nací, La Mancha, entonces extremadamente conservadora, calvinista, se veía poco el color y es muy árida. Lo contrario a como yo me sentía. No recuerdo haber visto el color rojo en mi infancia. Sólo el negro del luto….», ha asegurado con su tradicional estilo irónico Almodóvar, que pasó parte de su infancia interno en un colegio religioso de Extremadura.