SCARLETT JOHANSSON Y RYAN REYNOLDS, LOS ÚLTIMOS EN ROMPER SU RELACIÓN

«Tras una larga y cuidadosa consideración, por ambas partes, hemos decidido poner fin a nuestro matrimonio. Entramos en nuestra relación con amor y es con amor y bondad con la que la abandonamos. No esperamos privacidad pero si éso ocurre, lo agradeceremos». Este comunicado conjunto firmado por el «enterrado» considerado el hombre vivo más sexy del mundo, el canadiense Ryan Reynolds, y Scarlett Johansson, «la mujer anuncio» (Vuitton, Mango), que han dado a conocer tras dos años de matrimonio celebrado en secreto en Vancouver, ciudad natal del novio, y del que no hay fotos públicas.

Jamás caminaron alfombras rojas juntos y él sólo la acompañó este año a la entrega de los premios Tony de teatro, que ella logró por «Panorama desde el puente». Se sabe que fue la actriz de los labios gordos, curvas, voz ronca y carrera cinematográfica declinante, la que comenzó el procedimiento. Ha empezado a buscar casa en Nueva York, aunque hoy está de vacaciones en Jamaica con unas amigas.

Esta semana se han anunciado un puñado de divorcios, algo que hace pensar en una pandemia altamente contagiosa. Lo hicieron ayer la pareja joven de moda, Zac Efron, el terror de las nenas, y su novia desde las películas cantarinas de instituto, Vanessa Hudgens, una de las mujeres más odiadas del planeta por ello. Y a las 24 horas de saber que está nominado al Globo de Oro por su serie «Dexter», y tras haber superado un peligroso cáncer, Michael C. Hall y Jennifer Carpenter, su compañera en la vida real y televisiva, han anunciado que se acabó lo que se daba.

Y Elizabeth Hurley decidió anunciar que su matrimonio, que realizó con exagerado lujo en Reino Unido e India, con el millonario hindú Arun Nayan, era cosa pasada hace meses. Lo cierto es que la actriz más conocida por ser famosa por nada se anticipó al escándalo de la publicación de unas fotografías achuchándose comprometidamente con un campeón nacional de cricket, una gloria nacional. Siempre le ha perseguido la polémica sentimental desde que le perdonara a su eterno prometido Hugh Grant, aquel incidente que él protagonizó con una prostituta barata, Divine Brown, en los callejones oscuros de Los Angeles. Más tarde, tuvo a su hijo Damien con un rico productor norteamericano, que la sometió a humillantes pruebas de paternidad. Sir Elton John se erigió en protector del churumbel, junto con Grant. Y es que Hurley, como Inés Sastre, sólo se relaciona con millonarios.

¿Y qué decir de la humillación de una de las mujeres más deseadas del mundo, aunque bajita, la mexicana Eva Longoria fuera puesta en evidencia por su marido, el altísimo jugador de baloncesto Tony Parker, engañándola con una de sus mejores amigas y, encima, casada con un compañero de equipo del americano-francés? Nada más enterarse casi por los medios, ella ha iniciado un divorcio sin retorno, al estilo de Sandra Bullock. La ganadora este año del Oscar por la mediocre «The Blind Side», en su momento más dulce, se enteró de que su marido, el motero hortera Jesse James, le engañaba con diversas mujeres hipertatuadas y algunas dedicadas a la profesión más antigua del mundo. Bullock se lame sus heridas con su recién hijo adoptado, el pequeño Baby Louis, huérfano del Katrina. Su último número 1 de taquilla: «La proposicïón»… con Ryan Reynolds.

Los más discretos han sido los británicos David Thewlis y la maravillosa Anna Friel. Han estado nueve años juntos y tienen una hija, pero nadie se explicaba qué hacía una actriz tan bella -que acaba de triunfar en las tablas londinenses con una versión de «Desayuno con diamantes» siendo Holly Goligtly,-, 13 años más joven que él, y un actor tan dotado, pero feo. Queda todavía medio mes para el fin de este aciago para muchos 2010 y se pueden producir más sorpresas. Todos esperan un suceso semejante entre los papás de la niña Suri, pero ahí está la Cienciología para impedirlo.