El francés pide la mano de la oscarizada actriz colocando en uno de sus finos dedos un anillo con una esmeralda

Es difícil de creer, pero las revistas Star Magazine, Radar y US Weekly confirman el mismo rumor hoy: Olivier Martínez ha pedido la morena mano de la oscarizada y bellísima Halle Berry y ha enfilado en uno de sus finos dedos un anillo con una esmeralda, verde que te quiero verde. Y eso que ella está sumida en una feroz batalla con el bellísimo -le gustan guapos y viva la Virgen- modelo Gabriel Aubry, al que acusa de ser un pésimo padre para la hija de ambos, la pequeña Nalah, de apenas tres años. Los tres han sido vistos de vacaciones en numerosas ocasiones, este soltero de oro recalcitrante -más que George Clooney porque jamás se ha casado y el de Kentucky está divorciado- ha sido fotografiado con la pequeña en los hombros.

Están enamorados hasta las orejas y eso se nota, aunque ella ha tenido realmente mal fario en amores, porque se casó con un deportista de élite, el jugador de beisbol David Berry, que no sólo la maltrataba sino de un golpe en un oído la dejó sorda. Después, llegó el cantante de rythim’n’blues Eric Benet, que la engañaba un día sí y otro también durando dos años la cosa, más el tío Oscar, aunque es un eunuco de oro, y a la tercera puede ir la vencida con el actor franco-español. Halle Maria Berry suma 45 no aparentes años y él, uno más. Con Aubry estuvo cinco meses, hasta abril de 2010, los suficientes para tener una hija que no esperaba por problemas de fertilidad. Por ella, ha dejado numerosas jugosas ofertas pero el juicio por la pequeña está siendo largo y doloroso. Ella ha demostrado que es capaz de salir del agua para epatar al Bond de Pierce Brosnan igual o mejor que la icónica Ursula Andress y ser una madre coraje.

A Olivier le conoció durante el rodaje de «Dark Tide» (una de tiburones asesinos) y se convirtieron en pareja en el otoño de 2010. El ha estado con las más bellas: Juliette Binoche (con la que rodó «El caballo en el tejado» de Jean-Pierre Rappeneau), Mira Sorvino y Kyle Minogue, con la que rompió en 2007 y a la que acompañó como todo un chevalier servant durante su lucha contra el cáncer. Igual que hacía como Lázaro Gómez Carilles con Reynaldo Arenas (Javier Bardem) en «Antes de que anochezca», de Julian Schnabel. La carrera de ella es más prominente que la de él, erigiéndose en la primera actriz de color en ganar un Oscar como protagonista. Ocurrió en «Monsters ball» (2001), junto a Billy Bob Thornton y el malogrado Heath Ledger. La película provocó su peculiar escándalo porque ella -como la camarera con hijo obeso Leticia Musgrove- y el ex de Angelina Jolie protagonizaron una muy tórrida escena sexual provocada por el alcohol barato y la comunidad afroamericana puso el grito en el cielo.

Berry es hija de inglesa de Liverpool, Judith Ann Hawkins, de Liverpool, quien la crió porque se divorció de un mecánico cuando la pequeña tenía cuatro años. A ella le dedicó el Oscar entre lágrimas e hipidos que la impedían hablar. Estuvo con nuestra Pe en «Gothika», una de psiquiátricos de mucho miedo y su fama mundial le vino en la saga de los «X-Men» como Tormenta. Americana e clase baja de Ohio primero fue modelo, Miss Ohio, después modelo y ya causó sensación como la adicta al crack de «Jungle Fever», de Spike Lee. Estuvo junto a Warren Beatty en «Bulworth» y ganó el Globo de Oro por ser la trágica actriz Dorothy Dandrige en una tvmovie.

En Radar aseguran que ella está como loca por repetir maternidad con el macizo que las enamora. Lo que más le atrae de él, un poco chuleta en sus maneras, es cómo ha conectado con su hija, su verdadero tesoro. Sabe que un embarazo es casi imposible por cuestiones de edad y por el hecho de que es diabética. Martinez prepara una película llamada «Deauville» y hay que recordar que estuvo en «La camarera y el Titanic», de Bigas Luna. Fue boxeador de peso welter, nacido hijo de Robert, hispano-marroquí y Rosemarie, francesa. Reside en París con una perra llamada Sheba. Que Dios la coja confesada. O viceversa.