LA PELÍCULA ES UN RETRATO SATÍRICO DE GEORGE W. BUSH

El director Oliver Stone ha sido la gran estrena de la apertura del Festival de Cine de Turín que dirige el cineasta italiano Nanni Moretti. Stone ha presentado su más reciente filme, «W.», un retrato del aún presidente estadounidense George W. Bush como película de apertura.

Stone completa con «W.» una trilogía sobre presidentes norteamericanos, que estaría integrada también por «J.F.K.» y «Nixon». En «W.» más que el documento histórico, el documental o la comedia, ha buscado la sátira sobre el que considera «el peor presidente de la historia de Estados Unidos».
La película está protagonizada por Josh Brolin como George W. Bush, junto a Ellen Burstyn como Barbara Bush. En el filme parecen también otros personajes históricos, como Saddan Hussein, interpretado por Sayed Badreya, el ex presidente francés Jacques Chirad, interpretado por Charles Fathy o Donald Rumsfeld, al que da vida Scott Glenn.
En la conferencia de prensa, celebrada en el hotel Principe di Piemeonte, en el corazón de Turín, Stone ha mostrado su desprecio hacia el personaje: «Creo que es importante que recordemos que lo que Bush ha hecho es como el padre de Hamlet, que podría seguir reencarnándose. Es difícil hacer una película acerca de un Presidente en el cargo, debido a la figura polémica del propio Presidente y debido también a la situación política que ha ido evolucionando permanentemente».
Según Oliver Stone, «la película se ocupa de la seguridad nacional, y existía el riesgo de que los acontecimientos podrían cambiar la intención de la narración. Mi película es un estudio de un carácter. No la considero una comedia, sino más bien una sátira, que, como todo el mundo sabe, está a medio camino entre la comedia y la tragedia. Es un enfoque que, incluso Stanley Weiser compartió conmigo. El impacto que Bush ha tenido en el mundo es mayor que el de todos los demás presidentes de los Estados Unidos, incluso mayor que Reagan y Nixon».
Aunque sátira, «W.» también tiene un lado cómico, que Oliver Stone describe cuando «Bush, en su constante batalla con las palabras, que inventa y distorsiona, utiliza para compensar sus deficiencias culturales. Se las arregló para decir «Martin Sarkozy», en lugar de Martin Scorsese. Vamos a recordar que Bush es famoso por haber dicho: «He dejado a mi esposa que se ocupe de la lectura”.
Stone comparó a George W. Bush con su padre: «Al igual que él, W nunca ha demostrado interés por la introspección, que, de hecho, que él llama «psychobabble.» Bush es lo contrario de Sócrates, porque cree que en la vida no debe ser examinado por ningún motivo. Y se demuestra que no hace falta pensar para llegar a convertirse en Presidente».