Mario Gas dirige la pieza de Wajdi Mouawad, «una mirada penetrante sobre la maldad, la ignorancia y el amor», según la actriz
Nuria Espert regresa a las tablas. De la mano de Mario Gas, abre temporada en el Teatro de la Abadía de Madrid con «Incendios», un texto del canadiense de origen libanés Wajdi Mouawad que Espert describe como «una mirada penetrante sobre la maldad, la ignorancia y el amor».
La veterana y laureada actriz comparte reparto con Ramón Barea, Lucía Barrado, Alberto Iglesias, Laia Marull, Carlota Encina y Edu Soto. Pieza clave del siglo XX, a juicio de Mario Gas y la productora Pilar Yzaguirre es «una tragedia clásica en la que sus personajes luchan contra un destino que les confronta con su pasado»,
Alterna tres historias: la de Nawal, desde que se enamora del joven Wahab y se queda embarazada y hasta su muerte; la de su primer hijo, del que es separada nada más nacer y a quien busca durante toda la vida, y la búsqueda que emprenderán sus hijos gemelos para conocer la verdad de su pasado. Alza el telón el 14 de septiembre y estará en cartel hasta 30 de octubre.
Mario Gas confiesa sentir la «necesidad irreprimible» de volver a dirigir este texto, «desgarrador y conmovedor» que «entra en el espectador por vía intravenosa» y que ya había llevado a escena en el Teatro Español en 2008 y en Matadero en 2010, en un montaje a las órdenes del propio autor y tras la adaptación cinematográfica del cineasta Denise Villeneuve.
Nuria Espert la describe como una pieza de «suspense espiritual». Comienza con «grandes secretos» que se desvelarán a lo largo de la obra, en la que las escenas se suceden sin interrupción y en la que un cambio de luz «puede significar el paso de los años». «El autor es un gran pensador que ha tenido la voluntad y el acierto de convertir su pensamiento, lo que podría ser filosofía, en teatro con mayúsculas» dice la actriz de Wajdi Mouawad. Para Espert «no hay, desgraciadamente, un texto tan actual como «Incendios».
Espert vuelve a las tablas a un mes antes de recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes, y orgullosa de que «llegue al mundo del teatro», un galardón que comparte con toda la profesión. «Ya le tocaba a esa rama del frondoso árbol de la cultura que es el teatro», dijo una feliz Espert «ya que no solo le ha tocado al teatro español; le ha tocado a todo el teatro».
Ramón Barea conecta algunas de las frases de «Incendios» con lo que percibe en la sociedad vasca, ya que, a juicio del actor, «Incendios» ofrece una reflexión sobre la «huellas» de una sociedad enfrentada. «La sociedad española tiene que salir con dignidad, memoria y hacia adelante», dice el actor elogiando un texto «conmovedor».