ESTRENA «DISTRITO PROTEGIDO» Y RUEDA EN LONDRES «HEREAFTER», DE NUEVO CON CLINT EASTWOOD

Si no el hombre perfecto, o casi, Matt Damon es sin duda, tacita a tacita, y sin escándalos ni polémicas, el actor del momento y el mejor de su generación. Mal que le pese a Ben Affleck. Ambos fueron coronados los niños prodigio de Hollywood cuando ganaron en 1997 el Oscar al guión ex aequo por la sobrevalorada «Good Will Hunting», que escribió y protagonizó.

Mientras que Affleck vivió momentos muy bajos rodando basura («Gigli») y un romance mediático con la más chabacana Jennifer Lopez, Damon inició un camino silencioso lleno de buenas elecciones que le ganaron el respeto de los más exigentes directores. Hace unos días presentó «Invictus» en Londres junto a Morgan Freeman (también nominado por su trabajo como Nelson Mandela) y lo hará de nuevo el próximo día 9 con «Distrito protegido» un drama bélico de la guerra contra Irak en la que ha sido dirigido de nuevo por el inglés Paul Greengrass (su director en la trilogía Bourne, de la que no ha anunciado no habrá cuarta entrega, quizá una precuela).

El momento de Damon es indiscutible. En «Distrito protegido» interpreta a Roy Miller, un teniente al mando de un pelotón en Bagdad en busca de armas de destrucción masiva, la excusa esgrimida por el presidente George W. Bush, hijo para comenzar la suicida guerra contra Irak ordenada desde Washington y ejecutada desde las islas Azores con la complicidad de Aznar y Blair. El hombre de honor que es Miller va perdiendo la inocencia ante la falta de pruebas de la existencia de tales armas y las evasivas de turbios miembros de la CIA y el staff presidencial (Brendan Gleeson y Greg Kinnear). Sin olvidar, la culpable complicidad de los medios de comunicación (Amy Adams, redactora del «Wall Street Journal»).

No es la primera ni última vez que Damon luce el uniforme militar. Lo hizo de forma asombrosa y esquelética para el soldado heroinómano de «Courage Under Fire» y el soldado James Francis Ryan perdido en las costas normandas de «Salvar al soldado Ryan» (Steven Spielberg, 1998). Fue Wilhelm Grimm para Terry Gilliam en «Los hermanos Grimm», junto al fallecido Heath Ledger, el asesino Tom Ripley de «El talento de Ripley» (Anthony Minghella, 1999), lució apósitos y pelucas en las tres «Ocean’s Eleven» o mostró su vena cómica como un concursante de un programa de televisión basura en «Confesiones de una mente peligrosa» (George Clooney, 2002). No evalúa sus trabajos por el tamaño. Considera la historia, el director y los amigos.

Matthew Paige Damon aporta el honor, honestidad y valor que puso para personajes reales como el fundador de la CIA de «El buen pastor», Edward Wilson; el jugador de rugby François Pienaar de «Invictus» y el soplón del FBI Mark Whitacre de «The Informant!». Es muy probable que para el proyecto que prepara sobre el excéntrico pianista gay de la eterna lentejuela Liberace, de otra vuelta a la tuerca de su talento y carrera. Y eso que hasta el 8 de octubre este actor de la Costa Este que salió brevemente con Penélope Cruz durante el rodaje de «All The Pretty Horses» (el fallido western de Billy Bob Thornton) no cumplirá los 40 años. En Londres por «Invictus», comentó que le habló de la cuarentena a Freeman y que éste le dijo: «¿Cumples 40? Vas a entrar en el mejor momento de tu vida. es la mejor década, cuando todo se pone en su sitio».
«Distrito protegido» («The Green Zone») se estrenará en España el 19 de marzo. Y tras el rodaje de «Hereafter», se incorporará al plató de «True Grit», lo próximo de Joel y Ethan Coen, a partir de la novela de Charles Portis con Josh Brolin y el oscarizable Jeff Bridges. Dirigir es otro de sus objetivos. De nuevo en Londres, confesó: «No puedo esperar a debutar en la dirección. Contemplo varios proyectos. Lo único que me aparta de hacerlo es los excelentes personajes que no paran de ofreerme». Y es que para Matt Damon, el límite es el cielo.