«Bajo terapia”, dirigida por Daniel Veronesse, está de gira por España tras su éxito en los teatros del Canal, de Madrid

«Bajo terapia” fue uno de los impactos de la cartelera teatral madrileña a comienzos de esta temporada. Se estrenó en los teatros del Canal con un éxito arrollador, y ahora se halla de gira por varias ciudades españolas, que inició el pasado mayo en el Teatro Principal de Alicante.

Se trata de una obra muy teatral en el subsuelo, aunque en la superficie está llena de credibilidad. Consiste en un juego en el que rápidamente entra el público, con el convencimiento al principio de que están ante una comedia, aunque luego no es así. Nada es lo que parece. Puro teatro, pues. Aunque quizás la vida, sobre todo la vida, también sea así.

Uno de los temas que plantea la obra consiste en mostrar que las personas son capaces de adaptarse a relaciones infelices dentro de la pareja en nombre de la felicidad. A partir de ahí surge el desamor. Y algo infinitamente peor: el maltrato. Porque «Bajo terapia” es una comedia sobre la que permanentemente planea el drama. El público ríe, pero con esa risa nerviosa propia de las situaciones en las que se intuye un final inquietante. Es la ópera prima del escritor argentino Matías de Federico, que durante muchos meses se lanzó a la calle para imaginar, mientras hacía ‘footing’, la obra ideal para su debut como dramaturgo, la gran vocación de su vida. Finalmente surgió la idea de tres parejas que se encuentran en la consulta de un psicólogo. Todos bajo terapia.

Por lo que cuentan los personajes, los días transcurren para casi todos con los altibajos propios del oleaje de la vida, hasta que, al final, se desata la tormenta perfecta. Al salir de la sala, la obra gira y gira por la mente del espectador. Era el objetivo de Matías de Federico, el autor, y del director, Daniel Veronese. Objetivo cumplido.

Pocas veces, como en «Bajo terapia», se ve a un grupo de actores con una interpretación tan equilibrada, tan regular. Y todos, aunque no tengan texto en muchos momentos de la representación, están actuando permanentemente. No hay un segundo de respiro. Daniel Veronese es un director sublime, y con este montaje lo demuestra una vez más. Con un magnífico reparto de seis actores. Todos magníficos. Juan Manuel Vellido encarna de forma colosal a un tipo feroz con piel de cordero. Le da la réplica Fede Rodríguez, muy bien en su perplejidad ante el progresivo avance de Roberto (Juan Manuel Vellido) hacia la brutalidad. Y magnífica Manuela Velasco, sobrina de la gran Concha Velasco. «Bajo terapia”, ya está dicho, es una de esas obras que no se olvidan, que dan que pensar. Teatro, en definitiva.