«COLOSSAL», PRODUCIDA Y PROTAGONIZADA POTR ANNE HATHAWAY, SE PRESENTA EN SECCIÓN OFICIAL FUERA DE CONCURSO

El cántabro Nacho Vigalondo ha presentado en el Festival de San Sebastián su cuarto largometraje, «Colossal», rodada en Estados Unidos con Anne Hathaway como protagonista y coproductora. Fantasía, humor, reflexión desde lo autobiográfico y un punto de locura, que ha divido la opinión de los asistentes al Festival

El cuarto largometraje del cineasta cántabro es también su película más cara hasta la fecha y la primera cien por cien internacional, con un reparto que completan Jason Sudeikis, Dan Stevens y Austin Stowell, quien ha acompañado a Vigalondo en la presentación en Donostia.

«Pocas cosas me entusiasman más que plantear una expectativa y luego romperla», ha asegurado Nacho Vigalondo, «me encanta la idea de dibujar un triángulo amoroso y reventarlo desde dentro», añade en referencia a un filme que alberga un discurso de empoderamiento femenino.

«Colossal», que llega a San Sebastián tras una primera presentación en Toronto, es una película arriesgada en sus premisas, sobre una chica (Gloria) a la que le gustan demasiado el alcohol y las fiestas y que en plena crisis de la treintena deja la ciudad y a su novio para regresar a su pueblo de origen. Allí se reencuentra con un antiguo compañero de escuela, a la vez que descubre que tiene una misteriosa conexión con un monstruo gigantesco que está causando pánico al otro lado del mundo.

«El punto de partida, como casi siempre en mis películas, es una chorrada», dice el director de «Open Windows». «En este caso era imaginar que una persona tuviera un avatar gigantesco en la otra punta del planeta destruyendo edificios y que tuviese el control de un monstruo, pero no para bien».

La idea no se convirtió en guion hasta que encontró el arco emocional de los personajes. «Durante mucho tiempo eran dos hombres que se pegaban y había una mujer de por medio y celos, pero había algo rancio en el planteamiento, hasta que me di cuenta de que tenían que ser un hombre y una mujer».

Nacho Vigalondodice que al escribir se ha proyectado en sus personajes y menciona por ejemplo la dialéctica que se establece entre la ciudad y el pueblo como «destino final equivocado». «Vengo de Cabezón de la Sal y a veces especulo con volver allí. El fracaso al que Gloria se enfrenta al regresar es una proyección de mis propios miedos», ha señalado durante una rueda de prensa tras desvelar que el título inicial del guion era «Santander».

Otro tema que plantea es el desplazamiento de la culpa. «Cada vez estamos más habituados a hacer daño a distancia sin enfrentarte directamente. La película habla de hacer eso y que no te importe», ha señalado. En general los personajes masculinos no salen muy bien parados en «Colossal», sea por su rigidez o por sus ansias de controlar a la mujer.

«Siempre he hablado de la masculinidad tóxica, pero nunca lo había hecho desde el punto de vista femenino», dice Nacho Vigalondo antes de dejar claro que no se trata de denunciar comportamientos de otros sino de cuestionarse a sí mismo, ponerse enfrente del espejo y darse «pequeños puñetazos».

Pero con todas las reflexiones posibles a las que invite -Vigalondo habla de cinco niveles de análisis-, ‘Colossal’ aspira ante todo a hacer pasar un buen rato. «Yo tengo que divertirme en el proceso, necesito estimularme. Si tres personajes hablan en una mesa, necesito que uno reviente un petardo en un momento dado», explica.

«Me gusta llevar la película a una escala que me haga sentir vivo a un nivel casi infantil. Creo que lo mejor y lo peor de lo que hago deriva de esa necesidad de disfrutar como un niño», reconoce.

Sobre su relación con Anne Hathaway, también productora del filme, dice que hubo una «complicidad absoluta». Fue la ganadora del Óscar por «Los miserables» quien se interesó por el guion del realizador español, en un momento en que buscaba hacer cosas diferentes a las numerosas comedias románticas que ha protagonizado.

Nacho Vigalondo ha contado que tuvieron una primera conversación en Nueva York donde Hathaway demostró comprender «a fondo» el guion. «En la segunda reunión, ya en su casa, estuvimos intercambiando anécdotas de borrachos y sobre los destrozos a pequeña escala que habíamos protagonizado», ha desvelado