La obra es un espectáculo que supone la vuelta a los escenarios del director de la Compañía Nacional de Danza

Los días 20, 21 y 22 de julio, el festival de teatro «Sagunt a Escena», estrena el último montaje de Nacho Duato, «Alas». La obra se inspira en en la película de Wim Wenders «El cielo sobre Berlín», ie ntroduce la palabra y la interpretación en el baile. El propio Duato recita diversos monólogos a lo largo en la representación. La obra ha sido definida por el bailarín y coreógrafo como una «reflexión sobre el tiempo, la infinitud, la muerte, la soledad y el vacío».

El festival «Sagunt a Escena» presenta los días 20, 21 y 22 de julio en la La Nau de Puerto de Sagunto (Valencia), «Alas» un espectáculo que supone la vuelta a los escenarios del director de la Compañía Nacional de Danza, Nacho Duato, en una propuesta «totalmente distinta» en la carrera del artista valenciano que une danza y teatro. Inspirada en la película de Wim Wenders «El cielo sobre Berlín», introduce la palabra y la interpretación en el baile. De hecho, el propio Duato recita diversos monólogos a lo largo en la representación.

Duato, que presentó hoy esta producción en rueda de prensa, acompañado por la directora de Teatres de la Generalitat, Inmaculada Gil-Lázaro, afirmó que «Alas» supone «un lapsus, un paréntesis» que «rompe la línea habitual» de su trabajo. Según dijo, es una actuación que va más allá, ya que normalmente sus creaciones son abstractas, mientras que ésta cuenta una historia clara.

Se trata de una «reflexión sobre el tiempo, la infinitud, la muerte, la soledad y el vacío», subrayó, protagonizada por un ángel –él mismo– que decide renunciar a su inmortalidad para vivir entre los hombres. Así, muestra el deseo de inmortalidad del hombre expresado a través de la eterna lucha de gravedades entre el cielo y la tierra. Duato justificó su vuelta a escena «porque se requería a alguien con madurez» para el papel protagonista, «alguien mayor que llevara tiempo bailando», un profesional «capaz de resistir hora y cuarto sobre el escenario sin hacer demasiado». Y eso es algo que, a su parecer «no puede hacer un bailarín joven», aseveró.

Para el artista ha sido un proceso «muy bonito» realizar esta fusión entre el baile y la interpretación bajo la dirección teatral de Tomaz Pandur, quien, a su entender, «ha introducido de manera muy inteligente los monólogos dentro de cada pieza», de modo que ha quedado «muy natural» dentro de la coreografía y «sin cortes». De hecho, afirmó que se vale de su cuerpo al hablar en la actuación.

Asimismo, confesó su gusto por subir al escenario durante una hora y cuarto «y no cinco minutos» como tiene por «costumbre». Se mostró contento por poder «compartir» de nuevo un espectáculo con el resto de los bailarines de la Compañía Nacional de Danza que dirige, ya que, esto le «acerca» a ellos, resaltó.

Además, consideró que «es importante no dejar de bailar para no olvidar lo difícil que es», así como «el esfuerzo y la disciplina que requiere». En esta línea, manifestó que él se siente «primero bailarín, después coreógrafo y por último director», pero que «en la vida diaria» es «primero director, después coreógrafo y por último bailarín». En cualquier caso, afirmó sentirse «bien» en los tres papeles y aseguró que de lo contrario, «no lo haría».

Por otra parte, destacó que colaboró con Pandur en la elección de los decorados del espectáculo, que según explicó son «muy diáfanos» y se apoyan por un trabajo de vídeo «muy bonito». Para ello, consideró el recinto de La Nau «una maravilla» que ofrece «un espacio estupendo» puesto que permite un escenario «cambiante» que se adapta a las exigencias de cada compañía. En este sentido, resaltó que «transmite un ambiente que no se consigue en un teatro convencional».

Por ello, se mostró «muy contento» de volver a estas instalaciones valencianas, algo que, según dijo, «parece que se ha convertido en una cita anual». Y «contento» también por hacer con una obra que aseguró «está teniendo mucho éxito» y de hecho, «multitud de teatros de todo el mundo la están pidiendo». En la misma línea, destacó que la compañía goza de «un estado estupendo» y tiene «una agenda apretadísima de giras» por delante.

De momento, esta producción, que viene de presentarse en Seúl (Corea), donde Duato aseguró «ha tenido muchísimo éxito», viajará a La Haya y después a París para posteriormente ir a Pekín, Shangai y Sydney. Eso sí, todo ello tras una pausa veraniega en el mes de agosto.

TENER ALGO QUE DECIR

Preguntado sobre el proceso creativo, Duato señaló que «lo difícil es tener algo que decir» y luego saber «cómo decirlo», dos momentos en los que indicó se está «más solo». Por el contrario, «el día a día del trabajo con los bailarines es lo más divertido». No obstante, apuntó que, en esta ocasión, el proceso de creación inicial «ha sido más fácil» porque tenía en la persona de Pandur alguien con quien «hablar y compartir» esas ideas.

Por su parte, la directora de Teatres de la Generalitat garantizó que ‘Alas’ será «una gran sorpresa» para los espectadores porque «rompe» con el Nacho Duato de siempre, además de ser un espectáculo que deja una «sensación» de que «permanece», apostilló. Asimismo, indicó que su «idea de internacionalizar» el festival de ‘Sagunt a Escena’ «no significa sólo traer compañías de fuera, sino también compañías de casa que sean referentes» como, a su entender, es el caso de la Compañía Nacional de Danza de «reconocido prestigio», concluyó.