Este 22 de enero ha fallecido en Barcelona a consecuencia de un infarto, Lluis Bonet Mojica, durante muchos años crítico de cine de La Vanguardia. Un maestro en esto de la crítica cinematográfica, donde los más jóvenes procurábamos pegarnos a él cuando coincidíamos con el el festivales (Cannes, Berlín, Venecia, París…) a ver si se nos pegaba algo de su sapiencia. Riguroso y divertido, capaz de sacarle punta a todo, era un auténtico maestro, del cine y de la vida. En 2007 había recibido el II Premio Internacional Paco Rabal de periodismo cultural con su artículo «El oficio del actor: Reflexiones inéditas de Fernando Fernán-Gómez».

Lluis Bonet se inició en el periodismo en 1965, en el semanario Siglo 20. Después colaboró en El correo catalán, Diario de Barcelona, Oriflama, Dirigido por…, y muchas otras publicaciones más. Especialmente en los años 60 y 70 en Mundo joven, donde también escribían Pilar Miró o José María Íñigo, donde le descubrí siendo adolescente. Bonet fue un moderno, muy adelantado a su época. En 1982 dirigió y escribió los tres volúmenes sobre la Historia de la música en el cine, publicados por Discos Belter, y en 1986, junto con José Luis Guarner (su jefe en La Vanguardia por entonces), se encargó del coleccionable 100 películas míticas. Fue autor, de libros como «Espartaco / El buscavidas», «El cine cómico mudo, un caso poco hablado. Chaplin, Keaton y otros reyes del gag», «Cary Grant, el capricho de las damas», «Casa de citas» y «Regreso a la casa de citas» (estos dos últimos sobre citas cinematográficas), coordinador de otros muchos, y de muchas otras tareas editoriales relacionadas con el cine. Pero siempre, por encima de todo, estuvo su dedicado a La Vanguardia, donde trabajó más de 50 años. Sus críticas eran como un oráculo que indicaba el sendero a seguir.