La actriz y cantante estadounidense Nichelle Nichols, conocida principalmente por su papel de la teniente Nyota Uhura en la serie televisiva «Star Trek», ha fallecido a los 89 años de edad por causas naturales.

La presencia de Nichols, una actriz negra, en 1966 en una serie de televisión emitida en horario de máxima audiencia era una rareza. Hasta entonces las mujeres afroamericanas aparecían como trabajadoras domésticas o papeles mucho menores, mientras que Uhura era una integrante más de la tripulación multicultural de la nave Enterprise.

La actriz, con una larga trayectoria teatral a sus espaldas, fue protagonista de uno de los primeros besos entre personas de distinta raza cuando su personaje se besó con el protagonista, el capitán James Kirk, interpretado por el canadiense blanco William Shatner. La propia Nichols destacaba en una entrevista en 2014 que ese beso «cambió para siempre la televisión y también cambió la forma en la que la gente se miraba entre sí».

La serie, emitida en su momento por TVE como «La conquista del espacio», duró tres temporadas y después Nichols se dedicó a la carrera espacial. Ayudó a la agencia espacial estadounidense, la NASA, a ser más diversa con un programa para reclutar a astronautas como Sally Ride, Judith Resnik o Guion Bluford.

Según una anécdota mil veces repetida, Nichols quiso abandonar «Star Trek» para volver al teatro hasta que Martin Luther King la persuadió para que conservara su trabajo en la serie. Algo que se explica mejor si entendemos que «Star Trek» emprendió el vuelo en 1965, el mismo año del asesinato de Malcolm X, del «domingo sangriento» en Selma (Alabama) y de la Voting Rights Act, ley que aspiraba a garantizar el derecho al voto para los afroamericanos en los estados del Sur.

Y es que «Star Trek», creada por Gene Roddenberry, llegó a unos EE.UU. convertidos en avispero por siglos de segregación racial. Y, al igual que otros de sus elementos, detalles como el hecho de que Uhura fuese una oficial (teniente de comunicaciones, para ser exactos) o su famoso beso con el Capitán Kirk (William Shatner) en el capítulo «Plato’s Stepchildren» (1968) apuntaban al corazón de ese conflicto.

Incluso el propio William Shatner contado en su despedida a la actriz en Twitter. «Era una mujer maravillosa e interpretó a un personaje admirable que hizo mucho por redefinir problemas sociales tanto en EE UU como en el resto del mundo», escribe.

George Takei, también miembro del reparto original de Star Trek y activista LGTB, también ha expresado sus condolencias en términos muy emotivos. Tras referirse a su difunta compañera como «pionera e incomparable», ha publica una foto en la que ambos, ya mayores, hacen el célebre saludo vulcaniano. «Tuvimos larga vida y prosperidad juntos», recuerda.

Pero el trabajo de Nichelle Nichols en favor de la integración racial fue más allá de los platós para llegar mucho más cerca de las estrellas. La actriz recordaba con especial emoción su época como cazatalentos para la NASA a mediados de los 70, recogida en el documental «Woman in Motion» (2018): «Fui a todas partes», recordaba. «Fui a universidades con programas destacados de ingenieria y ciencias. Fui una invitada en el alto mando conjunto de las fuerzas aéreas de EE UU y Canadá, donde ninguna civil había llegado jamás».

La actriz se mostraba orgullosa del éxito de esta actividad: «Cuando terminamos el reclutamiento, la NASA tenía a seis mujeres, tres hombres afroamericanos… fue un logro muy satisfactorio para mí». Según recuerda The Hollywood Reporter, entre esas seis mujeres que se unieron a la carrera espacial atraídas por Nichols estuvieron Sally Ride, la primera astronauta de EE UU, y Judith Resnick, fallecida en el accidente del transbordador Challenger en 1986.

Entre aquellos que han llorado su muerte se encuentran tanto el científico Neil DeGrasse Tyson como J. J. Abrams, responsable del reboot de «Star Trek» en cine: «Una mujer notable en un papel notable», escribe este último. Y añade: «Nichelle, te echaremos mucho de menos».

El guionista Alex Kurtzman se muestra menos conciso: «Nichelle fue una inspiración singular. Ella es la que me abrió los ojos a aquello que «Star Trek» podría ser. No puedo deciros cuánta gente me ha dicho que ella fue la razón por la que se convirtieron en astronautas, científicos, escritores, lingüistas, ingenieros….».

De esta manera, Nichols pudo alardear de algo que muy pocos intérpretes consiguen: que su papel más célebre se convirtiera en un símbolo, y que los efectos de ese símbolo fueran inequívocamente positivos. Y no solo eso: también pudo colgarse la medalla de haber emocionado incluso al Spock de Leonard Nimoy con su carisma y su chorro de voz.