Su obra y trayectoria están ligadas a sus largas etapas en España e Italia

El bailarín, actor, coreógrafo y director escénico británico Lindsay Kemp murió en la noche del pasado día 24 de agosto en su casa de Livorno (Italia) a los 80 años. El mítico artista había nacido en South Shields el 3 de mayo de 1938 y siempre le gustaba presumir de su procedencia de una antigua saga de cómicos que se remontaba a los esplendores del teatro isabelino y donde había desde copistas de dramaturgo a saltimbanquis.

El padre de Kemp era marinero, y se perdió en el mar en 1940. Según Kemp, bailó desde la primera infancia. Su madre se mudó de South Shields, e ingresó a Kemp en Bearwood College, una escuela para hijos de marinos mercantes, cerca de Wokingham.5​ Más tarde él y su madre se mudaron a Bradford (en Yorkshire), donde Kemp asistió a la escuela de artes Bradford Art College, y finalmente estudió danza con Hilde Holger y pantomima con el francés Marcel Marceau, en Londres. Representó el papel de la Reina en la producción de «Hamlet» realizada por la BBC para el cuarto centenario del nacimiento de William Shakespeare, que se filmó en el castillo de Elsinore en 1963, y fue protagonizada por Christopher Plummer.

Entre 1966 y 1968 Lindsay Kemp arma su propia compañía con un grupo de amigos donde había fundamentalmente bailarines, pero también algún actor, acróbatas y hasta un mago amateur. Eran entre 9 y 11 miembros, que así se presentan en el festival de Edimburgo de 1968 causando un notorio revuelo y siendo ya mencionados por la crítica, con una plástica que se imbricaba de lleno en el espíritu de mayo del 68, y en reflejo del Living Theater de Julian Beck y Judith Malina y la singularidad mágica de la compañía The Bread and Puppet Theater de Peter Schumann, ambas compañías estadounidenses que ya habían comenzado a darse a conocer en Europa, principalmente en París y Londres.

Kemp trabajó con David Bowie a quien amó cuando se llamaba David Jones; juntos pergeñaron una primera obra: «Pierrot in Turquoise», y David, que fue su discípulo coréutico lo reconocía como una fuente de inspiración; Bowie tocó a la puerta de Kemp para despedirse cuando iba a hacerse monje budista, pero Lindsay se lo quitó de la cabeza. Luego aparece en un legendario vídeo de Bowie: «John, I’m Only Dancing», dirigido por Mick Rock; también fue el director artístico de las presentaciones de «Ziggy Stardust» en el Rainbow Theatre de Londres en 1972.

Sus papeles en el cine incluyen un papel secundario en el cortometraje de Kate Bush «The Line, the Cross & the Curve» (1994),​ un bailarín en «Sebastiane» (1976, de Derek Jarman),​ un actor de cabaré en «Jubilee» (1977),​ una dama de la pantomima en «Velvet Goldmine» (1998, de Todd Haynes)​ y el dueño de un pub Alder MacGregor en «The Wicker Man» («El hombre de mimbre», 1973; de Anthony Shaffer).​ Durante los años setenta, Kemp fue un maestro popular e inspirador de la danza y la pantomima.

Voluntarioso, deslenguado, reivindicador de la libertad individual y la diversidad, vivió largas temporadas en España, como sus cinco años en la Plaza Real de Barcelona, donde quiso hacer muchas cosas que no cuajaron, antes de radicarse en Italia (donde al principio gozó del apoyo y protección de Romolo Valli), primero en Roma y finalmente en Livorno, donde fue acogido en un teatro social de Como con un proyecto de laboratorio de performance. Siempre es recordado el estreno de Duende en 1980 y Flowers en 1982 en el Teatro Parioli de la Ciudad Eterna, un comienzo de admiración que no cesó nunca y que le llevó a cultivar a Vittoria Ottolenghi, la decana de los críticos de danza de Italia y con quien hizo varios programas de televisión. En 2005 y 2006 tuvo apariciones en el programa de Televisión Española «La mandrágora».