Este 3 de agosto fallecía en el hospital Mount Sinai de Nueva York, tras una corta enfermedad, el actor Mark Margolis. Contaba con 83 años y tenía a sus espaldas una carrera que había comenzado a mediados de los 70, aunque en la actualidad era sobre todo conocido por su papel de Héctor Salamanca tanto en «Breaking Bad» como en su serie precuela, «Better Call Saul».
Nacido en Filadelfia, Margolis fue alumno de la legendaria profesora de interpretación Stella Alder, llegando a ser su asistente personal. Poco después también daría clases del rival de Alder, Lee Strasberg, topándose con serios apuros económicos a lo largo de la década de los 70. Fue entonces cuando empezó a desempeñar pequeños papeles en películas como «Vestida para matar», de Brian De Palma. El cineasta quedó lo bastante contento con su trabajo como para ficharle nuevamente (en el papel del sicario Sombra) para «El precio del poder». Este remake de «Scarface» con Al Pacino se estrenó en 1984 y facilitó que Margolis siguiera acumulando trabajos. En esta década tuvo un papel recurrente dentro de la serie «El justiciero» además de intervenir en «Cotton Club» de Francis Ford Coppola. En los 90, protagonizó para Ridley Scott «1492: La conquista del paraíso», y tuvo otro papel destacado como el casero Shickadance en la comedia de Jim Carrey «Ace Ventura, detective de mascotas».
Margolis alternó habitualmente cine y televisión, consiguiendo un papel regular como el jefe mafioso Antonio Nappa, enfermo de VIH, en la serie «Oz» de HBO. Empezó a interpretarlo en 1998, mismo año en que se cruzó con Darren Aronofsky. Margolis desarrollaría una relación estrecha con el director, pues desde que intervino en «Pi, fe en el caos», apareció en sus películas sucesivas: «Réquiem por un sueño», «The Fountain», «El luchador», «Cisne negro» y por último «Noé». En 2007 también trabajó en «Adiós pequeña adiós» de Ben Affleck.
Dos años después, aunque no hablara español, fue fichado por Vince Gilligan para el papel central de Héctor Salamanca, temible narcotraficante mexicano de «Breaking Bad». Margolis debutó en la segunda temporada como un asesino paralizado que solo podía comunicarse por las torvas expresiones de su rostro y la campanilla de su silla de ruedas. Fue un personaje recurrente desde entonces, siendo absolutamente icónica la escena de la cuarta temporada en la que moría junto a su archienemigo Gus Fring (Giancarlo Esposito).
Por esta aparición Margolis optó al Emmy a Mejor estrella invitada, asentando un culto que condujo a que, cuando Gilligan desarrollara la precuela de «Breaking Bad», volviera a pensar en él. “Los fans se encapricharon de mí”, declaró Margolis, que en «Better Call» Saul encarnó a un Salamanca más joven, previo a quedar incapacitado. También pudimos verle entonces en «Ley y orden» o «American Horror Story».