El pasado domingo 29 de enero falleció en Toronto George R. Robertson, rostro asiduo de la saga «Loca academia de policía». Tenía 89 años y moría tras una breve enfermedad, según anunció su familia a The Hollywood Reporter. Robertson deja a sus espaldas 60 años de carrera para el cine y la televisión que compartió con el teatro y su labor humanitaria, siendo embajador de UNICEF. De origen canadiense, el actor empezó realizando un máster de empresariales en Nueva York para dedicarse posteriormente a la actuación.
Su debut en el cine fue en «La semilla del diablo» de Roman Polanski en 1969, aunque en un papel sin acreditar. Al año siguiente interpretó a uno de los aterrados pasajeros de «Aeropuerto», que sería el primero de los tres trabajos nominados al Oscar a Mejor película donde llegó a participar. Tras encarnar al coronel Lucas en «Asalto al poder», en 1978 participó en el segundo film nominado «Norma Rae». En 1984 llegaría el papel más reconocido por el público, como el jefe Henry Hurnst en la primera película de «Loca academia de policía» estrenada en 1984.
Con el tiempo el jefe Hurnst se transformaría en el comisario Hurnst, reapareciendo en las cinco secuelas consecutivas de «Loca academia de policía» estrenadas en 1985, 1986, 1987, 1988 y 1989. Robertson se despidió del personaje en «Loca academia de policía: Ciudad sitiada», aunque posteriormente haría una breve aparición en «Loca academia de policía: La serie». En 1991 formó parte del reparto de «JFK: Caso abierto», dirigida por Oliver Stone. Fue el tercer título nominado al Oscar a Mejor película de su trayectoria.
En años posteriores Robertson intervino en films como «11-S: El inicio», como el vicepresidente Dick Cheney, «Quédate conmigo», de 2012 o «Cradle to the Grave», que en 2017 supondría su último trabajo ante las cámaras. Según fue disminuyendo la frecuencia de sus papeles, Robertson empezó a dedicarse a pintar y escribir.