Ha muerto este 24 de julio en una residencia de Denville Hall, cerca de Londres, el prolífico actor inglés David Warner. Ocurría a los 80 años y a causa de una enfermedad relacionada con el cáncer, según relató su familia a medios como la BBC. “En estos últimos 18 meses ha afrontado su diagnóstico con la gracia y la dignidad que le caracterizaba”, han declarado los allegados a Warner. “Le echaremos mucho de menos y le recordaremos como un hombre de buen corazón, generoso y compasivo”. La carrera de Warner se expande a seis décadas por el cine y la televisión, y también por los escenarios teatrales.

Nacido en Manchester, Warner obtuvo su primer gran papel en la producción «Tom Jones», dirigida por Tony Richardson en 1963. Tres años después consiguió triunfar con un rol principal en «Morgan, un caso clínico», donde dirigido por Karel Reisz compartía protagonismo con Vanessa Redgrave. Warner fue nominado al BAFTA el mismo año que se ponía a las órdenes de Sidney Lumet en «Llamada para un muerto», y poco después iniciaría una celebrada colaboración con el director estadounidense Sam Peckinpah. Así, Warner trabajó en «La balada de Cable Hogue» y «Perros de paja» a inicios de los 70, volviendo a trabajar con Peckinpah en su filmr bélico «La cruz de hierro».

Warner acostumbró a interpretar papeles ariscos, habitualmente villanos que encontraban un final desagradable. Un buen ejemplo de esto es cuando encarnó al taimado fotógrafo de «La profecía» de Richard Donner en 1976, que experimentaba una muerte horrible por decapitación. A finales de la década intervino en «Los pasajeros del tiempo», y poco después repitió con Reisz en «La mujer del teniente francés», que consagraría a Meryl Streep. En 1982 tuvo un papel en «TRON», revolucionario fin de Disney, y llegado 1984 alternó una adaptación televisiva de «Cuento de Navidad» con «En compañía de lobos». Diez años después formaría parte de «En la boca del miedo», de John Carpenter.

En 1997 obtendría el papel por el que sería más conocido entre el gran público: Spicer Lovejoy, el secuaz del villano de Billy Zane que trataba de sabotear el romance de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en «Titanic». El mismo año del blockbuster de James Cameron, Warner también se dejó ver en «Scream 2», y poco después aparecía en «El planeta de los simios» de Tim Burton. Su último papel para la gran pantalla fue en otra producción de Disney, El regreso de Mary Poppins, donde en 2018 interpretó al excéntrico Almirante Boom.

No obstante, Warner nunca dejó de participar en este tiempo en producciones para la televisión británica, a la vez que en series tan célebres como «Twin Peaks», «Doctor Who», «Penny Dreadful», «Wallander» (donde fue el padre de Kenneth Branagh) o la franquicia «Star Trek». Además de participar en sus series, Warner protagonizó dos películas derivadas: «Star Trek V, la última frontera» y «Star Trek VI, aquel país desconocido». Además era un actor habitual de la Royal Shakespeare Company, interpretando a «Enrique VI», «Hamlet» o «Falstaff».