Intervino en películas como «Moulin Rouge”, de John Houston o «Sed de mal», de Orson Welles, pero la fama la logró por sus nueve matrimonios
La actriz Zsa Zsa Gabor ha fallecido este domingo 18 de diciembre en Los Ángeles a los 99 años. Fue una de las primeras artistas en ganarse el término de «celebridad”, tras haber saltado a la fama por sus películas pero, sobre todo, por sus escándalos y sus nueve maridos.
El rey del cine mudo Charles Chaplin, el magnate hotelero Conrad Hilton, el actor George Sanders o el «playboy” dominicano Porfirio Rubirosa fueron algunos de los hombres con los que mantuvo apasionados idilios o breves y tormentosos matrimonios.
Nacida en 1917 en Budapest como Sari Gabor, compitió cuando tenía 16 años por el título de Miss Hungría. Poco después se casó con el primero de su largo elenco de maridos, el diplomático turco Burham Asaf. La actriz, que decía tener predilección por hombres millonarios, se casó nueve veces
Pero sus escándalos no se limitaron a sus aventuras amorosas: dieron qué hablar también sus peleas en público -llegó a las manos con la actriz Shelley Winters- o sus enfrentamientos con las autoridades, como cuando en 1968 abofeteó a un policía que acudió a detenerla al aeropuerto de Palma de Mallorca por haberse marchado sin pagar de un hotel.
En 1941 viajó a EEUU para asistir a la boda de su hermana Eva en Los Ángeles, donde vivió un corto romance con Chaplin y se divorció de Asaf. Poco después conoció a Conrad Hilton, su segundo esposo, con el que tuvo una hija, Francesca, y del que se divorció a los cuatro años de matrimonio, en 1946.
Su tercer matrimonio llegó en 1949, con el actor George Sanders, con el que permanecería casada seis años. Tras esa boda comenzó su carrera cinematográfica, que la llevó a rodar películas como «Moulin Rouge” (1952), de John Houston, donde interpretaba a una modelo del pintor Toulouse Lautrec. ”Lili” (1953), «La Chica del Kremlin” (1957) o «Sed de mal” (1958) fueron algunos de sus éxitos de taquilla.
Convencida de que lo mejor es que se hable de ti aunque sea mal, fue una invitada frecuente de los programas de humor y de cotilleos en televisión dispuesta a autoparodiarse sin piedad, como hizo en la película «Agárralo como puedas 2 1/2”.
Zsa Zsa Gabor y sus hermanas (Magda y Eva) fueron las pioneras del «papel cuché”, antes de la llegada de las Hilton o las Kardashian, ya que, según describía el periodista Merv Griffin en su autobiografía, «irrumpieron en las páginas de sociedad y en las columnas de cotilleos tan de repente y con tanta fuerza que parecían haber caído directamente del cielo”.
En los últimos años, sin embargo, fueron sus problemas de salud los que la llevaron de nuevo a las primeras páginas. En 2002, sufrió un accidente de tráfico que la postró para el resto de sus días en una silla de ruedas, y en 2005 una apoplejía.
Desde entonces, sus ingresos en hospitales por problemas de salud fueron constantes. Se fracturó la cadera izquierda en julio de 2010 y meses después, en 2011, le tuvieron que amputar la pierna derecha por una infección que llegó a poner en peligro su vida.
Nunca volvió a hablar con los medios de comunicación, y cuando tenía algo que transmitir lo hacía a través de su último marido, el príncipe alemán Frederick von Anhalt.
Suyas son frases como «nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle sus joyas”. En 1992 publicó sus memorias, «Una vida no es suficiente”, con jugosas revelaciones sobre sus maridos y amantes.
Mordaz y siempre dispuesta a burlarse de sí misma, suyas son frases como «querido, éstos son sólo mis diamantes de trabajo” o «nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle sus joyas”.