El compositor Antón García Abril, uno de los autores más destacados de la música contemporánea y que cuenta en su trayectoria con más de 200 bandas sonoras a sus espaldas como la de la mítica serie «El hombre y la tierra», ha fallecido este miércoles 17 de marzo en Madrid a los 87 años de edad.

Nacido en Teruel el 19 de 1933, García Abril posee un extenso catálogo de obras que abarca la mayoría de géneros y formas musicales, como ópera, ballet, cantatas, obras para instrumentos a solo, ciclos de canciones inspirados en poetas españoles, música de cámara y orquesta sinfónica y conciertos para instrumentos solistas y orquesta. Su larga trayectoria profesional incluye más de 200 bandas sonoras para cine como «Los santos inocentes», «El crimen de Cuenca», «Sor Citroën», «Vente a Alemania, Pepe» o «La ciudad no es para mí», entre otras, y sintonías de series de televisión como «El hombre y la tierra», «Anillos de oro», «Fortunata y Jacinta», «Segunda enseñanza», «Brigada central», «Compuesta y sin novio» o «Ramón y Cajal».

Miembro de la denominada Generación del 51 y uno de los fundadores del grupo Nueva Música (1958), compuso en 1989 el himno de Aragón por encargo de las Cortes de dicha comunidad autónoma. Miembro de la SGAE desde 1956, actualmente era consejero de honor, cuenta con un repertorio de más de mil obras registradas, entre ellas la melodía corporativa de esta entidad creada en 1999 con motivo del primer centenario de esta entidad.

«Desde esta entidad queremos trasladar nuestro pésame a los familiares y amigos de Antón García Abril, uno de nuestros maestros de la música contemporánea y un firme defensor de la cultura, la educación y el derecho de autor. Fue un creador con personalidad y ajeno a modas que, partiendo de la libertad, construyó emociones en la música culta. Sin duda, una referencia en la música y en la cultura española», ha señalado el presidente de la SGAE, Antonio Onetti.

Entre otros, poseía el Premio Nacional de Teatro (1971), el Premio Nacional de Pedagogía e Investigación Musical (1991), el Premio Nacional de Música (1993), el Premio del Real Conservatorio Superior de Música (1994), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1998), el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid (2003) o el Premio SGAE de la Música Iberoamericana «Tomás Luis de Victoria» (2006). También ha recibido el Premio Orfeón Donostiarra de la Universidad del País Vasco (2001) a la creación musical; el Premio Aragón (2003) y Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, entre otros.

Profesor durante más de tres décadas hasta su jubilación, pasó por sus clases una buena parte de los compositores que hoy destacan en el panorama joven de la creación musical española. Así, en su faceta didáctica, destacó su labor pedagógica al frente de la cátedra de Composición y Formas Musicales del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, que ganó por oposición en 1974.