Casada con Peter Brook, trabajó en «Romeo y Julieta», de Zeffirelli, y en «¡Oh, qué guerra tan bonita!», de Richard Attenborough
La actriz británica Natasha Parry murió durante sus vacaciones en la localidad de La Baule, en la costa este de Francia, donde se encontraba con su marido, el director inglés Peter Brook, a los 84 años, según ha anunciado su hija, Irina Brook. Nacida en Londres en 1930, se casó en 1951 con Peter Brook, quien la dirigió en varias ocasiones.
Su debut fue con «Golden Arrow», de Goldon Parry (1949), y en 1950 protagoniza «Dance Hall», de Charles Crichton, combinando siempre trabajos en el cine, en el teatro y en la televisión, donde destacó en la producción de «El rey Lear» con la participación de Orson Welles, y en series como «Audacia es el juego» o «El conde de Monte Cristo». La actriz, que tuvo una carrera variada e independiente, subió por primera vez a las tablas a los 12 años.
Sus principales películas fueron «Monsieur Ripois» de René Clément (1954), «Un grito en la niebla» de David Miller (1960), «Romeo y Julieta» de Franco Zeffirelli (1968), «Oh! What a Lovely War»‘ («¡Oh, qué guerra tan bonita!») de Richard Attenborough (1969), «Meetings with Remarkable Men» («Encuentros con hombres notables») de Peter Brook en 1979) y «La Fille prodigue», de Jacques Doillon, en 1981. Su última película fue «Le Goût des myrtilles» de Thomas de Thier (2014).
Natasha Parry era la madre de Irina Brook, también actriz y directora de teatro, que dirige el Centro Dramático Nacional de Niza desde 2014, y del realizador Simon Brook.