El documental «Ejecución ilegal» presupone quue una conspiración acabó con las vidas de Lady Diana Spencer y Dodi Al-Fayed

Mohamed Al Fayed llevará al Festival de Cannes el documental «Unlawful Killing». En él, el empresario egipcio ofrece su versión de la muerte de su hijo Dodi y la princesa Diana de Gales fallecidos en un accidente de tráfico en agosto de 1997. El título, que traducido significa «Ejecución ilegal» ya indica por donde se mueve la tesis del filme. La película se exhibirá en el Mercado del Filme.

El ex dueño de Harrods viajará a Cannes este viernes para, coincidiendo con el prestigioso festival de cine que se inicia a partir de este miércoles 11, proyectar el polémico documental dirigido y producido por el actor y showman Keith Allen. La película se proyectará ante una reducida audiencia exclusivamente formada por periodistas y distribuidores en el marco del Mercado del Filme.
«Keith se reunió Mohamed en 2004 para discutir el proyecto y comenzaron a hablar», ha dicho un portavoz de la película, que reconoció que el señor Al Fayed, también habría aportado fondos al proyecto además de su testimonio. «Él es entrevistado para la película. Pero no es su proyecto. Es proyecto de Keith», aseguran.
Según informa el diario británico The Independent, la cinta se centrará en las circunstancias que rodearon la muerte de Lady Di y su compañero Dodi Al-Fayed que el 31 de agosto de 1997 murieron en un accidente de coche que tuvo lugar en el interior del Puente del Alma, en París, cuando eran perseguidos por una nube de paparazzis en coches y motocicletas. Desde entonces, Mohamed Al Fayed se ha empeñado en demostrar que aquel trágico suceso no fue un accidente sino que su hijo Dodi y Diana fueron asesinados como resultado de una conspiración de altos mandatarios británicos, entre ellos la familia real británica y el primer ministro Tony Blair.
El documental, que se finalizó en marzo tras tres años de trabajo, analiza desde esta visión del asesinato todas las circunstancias que rodearon a la muerte de la pareja y, especiamente, los entresijos de la posterior investigación. Un proceso en el que, denuncian, se ocultaron «pruebas fundamentales» a la opinión pública: «La película demuestra cómo la evidencias fundamentales fueron ocultadas a la visión pública, cómo la familia real fue eximida de prestar declaración y cómo los periodistas, en particular los que trabajan para los medios de comunicación británicos, relataban sistemáticamente de forma inexacta lo que estaba pasando», señala el portavoz de la cinta.