Las aventuras de Lara Croft, el popular y veterano personaje de videojuegos, saldrán previsiblemente a subasta pronto, después de que MGM, ahora en manos de Amazon, perdiera la oportunidad de producir una nueva película el pasado mayo y sus derechos revertieran en la compañía Embracer, que adquirió Crystal Dynamics, y tiene un acuerdo con GK Films. Parece dudoso que Alicia Vikander vuelva para una nueva «Tomb Raider», sea quien sea la productora que asuma finalmente la franquicia.

TheWrap sostiene que la actriz escandinava, quien fue Lara Croft en la película de 2018, después de que a principios de este siglo la interpretara Angelina Jolie, no estaría en principio interesada en retomar el papel, por lo que un nuevo proyecto contaría con otras personas delante y detrás de la cámara. Esta última «Tomb Raider», pese a recaudar 275 millones en la taquilla mundial no fue un gran éxito, ya que costó alrededor de 100 millones. Tampoco fue abrazada con entusiasmo por la crítica, a la que dejó más bien indiferente. Esos pueden ser los motivos por los que los ejecutivos de MGM no se animaron -mientras aún poseían sus derechos- a producir una secuela.

Sin embargo, no cabe duda que si consideramos la popularidad del personaje de Lara Croft, el «humano» más reconocido entre los protagonistas de videojuegos, podrán ser numerosos los estudios y plataformas digitales dispuestos a utilizarlo en series o películas.

El videojuego «Tomb Raider», creado en 1996, ha vendido 80 millones de unidades desde entonces. Antes de la película de Vikander, tuvo dos encarnaciones en pantalla, ambas protagonizadas por Angelina Jolie: «Tomb Raider» (2001), de Simon West, y «Lara Croft – Tomb Raider: La cuna de la vida / The Cradle of Life» (2003), de Jan de Bont. La taquilla combinada de ambas alcanzó los 432 millones de dólares y afianzó en el estrellato a Jolie, pero recibieron malas críticas.