EL FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA RECUPERA LA VERSIÓN ESPAÑOLA RORADA POR HOLLYWOOD EN 1931 DE «DRÁCULA»
El patio de butacas del Teatro se quedó pequeño ante la gran acogida de público que concentró la proyección de la película «Spanish Dracula», del director George Melford. Tras habilitar números balcones y palcos para acomodar a los más rezagados, la presentación de Gary Lucas preparó a los espectadores para el espectáculo: «Estoy encantado de compartir esta noche con tantas criaturas de la noche de Sevilla”. El guitarrista neoyorquino se reconoció como » todo un fan de las películas clásicas de terror” y que la versión española de Dracula le parece » más original y fresca que la versión norteamericana”.
Con los colmillos de vampiro que repartió el Sevilla Festival de Cine Europeo todavía puestos, los espectadores asistieron a la versión para hispanoparlantes que se rodó en 1931. Los papeles de actores españoles y latinoamericanos como: Carlos Villarías (Dracula), Lupita Tovar (Eva Seward) o Pablo Álvarez Rubio (Renfield), dieron buena muestra de las obras cinematográficas que compartían recursos de del cine mudo con el sonoro. La música en directo de Gary Lucas aportó las notas siniestras, dramáticas, psicodélicas y por momentos de improvisación, para crear una banda sonora única en un espectáculo irrepetible.
La gran mayoría de estas versiones en otros idiomas ya no existen. La versión de «Drácula» en español es una excepción y se estrenó en España en marzo de 1931. Fue realizada por el director George Melford, que filmó esta versión simultáneamente a la Browning usando los decorados por la noche. La adaptación del guión corrió a cargo del español, establecido en Hollywood, Baltasar Fernández Cué. De todos los miembros del reparto, sólo el actor cordobés Carlos Villarías tenía derecho a ver el copión diario de la versión inglesa para que intentara ser lo más parecido posible a Bela Lugosi.
Con el paso de los años, muchos críticos consideran esta versión, (protagonizada por Carlos Villarías junto a la estrella mejicana Lupita Tovar), mejor y más lograda desde un punto de vista artístico y técnico que la de Bela Lugosi. El equipo técnico español tenía la ventaja de poder ver el copión de lo que se había rodado aquel día antes de ponerse a filmar de noche. Eso les permitía colocar la cámara en mejores posiciones y usar la iluminación con mayor efectividad en un intento de «superar” la otra versión.