La historia de un Quijote en Lima que se inspira en un personaje real, en el Teatro Español de Madrid

El Teatro Español de Madrid acoge desde este miércoles 17 de septiembre y hasta el próximo 19 de octubre la obra «El loco de los balcones», escrita por Mario Vargas Llosa e interpretada por José Sacristán, que cuenta «la historia de un Quijote» en Lima, según han explicado los dos protagonistas.

Dirigida por Gustavo Tambascio, la obra se inspira en un profesor de historia del arte que Vargas Llosa conoció en Lima en los años 50: «Tiene unas connotaciones clarísimas con «El Quijote»: los balcones son los molinos y los molinos son los balcones. Está bien subirse a un escenario para defender unos principios y denunciar las atrocidades e impunidades que se cometen», señala José Sacristán, quien vuelve a trabajar con Vargas Llosa tras la adaptación al cine de «Pantaleón y las visitadoras» en el año 1975.

Vargas Llosa apunta que en estos últimos años todavía surgen muchos personajes como su protagonista Brunelli, citando a Nelson Mandela como ejemplo. «Hay muchos seres idealistas y generosos y gracias a ellos el mundo no está perdido», ha destacado. El autor hispano peruano presenta su obra a través de Brunelli, un personaje «muy popular» en los años 50 en Perú que trataba de conservar los balcones coloniales de los edificios limeños. «Se convirtió en una figura muy folclórica al que le parecía un crimen que se derribaran casas coloniales», indica. Ficción y realidad se mezclan en «El loco de los balcones» hasta llegar a un Brunelli luchando solo por su pasión tras abandonar su hija la causa por un matrimonio. «Tiene un espíritu quijotesco sin importarle la idea de que fracasará en su empeño», explica el escritor.

Vargas Llosa decidió recomponer esta historia con sus recuerdos hace más de veinte años y desde un primer momento apostó por el teatro y no la novela, algo que le sucede de manera espontánea. «Las historias me vienen con sus géneros a cuestas y sé clarísimamente cuando puede ser aprovechada mucho mejor en un escenario que en una novela», destaca.

Mario Vargas Llosa afirma que el teatro fue su «gran pasión de joven», pero el hecho de que no hubiera una base sólida teatral amateur en Lima le «empujó» a la novela. Ahora, el escritor comparte ambas aficiones sin decantarse por ninguna, e incluso espera participar como actor en una de sus obras, «Los cuentos de la peste», si pasa «la prueba» del director y confirma que no es «una calamidad sobre las tablas». «Pero no me arrepiento de haber escrito novelas, es un género maravilloso y he gozado inmensamente. Por si no me hubiera explicado bien, el género teatral es lo que más me estimuló cuando era joven, pero incluso habiendo apostado por el teatro, también habría sido novelista», afirma.

Gustavo Tambascio dirige esta obra en la que ha contado con «total libertad» por parte del autor. «He interferido lo menos posible en el trabajo de Gustavo y, por lo tanto, desde la neutralidad puedo decir que ha hecho un trabajo muy creativo dando a la obra un carácter universal», ha detallado. «Habría que esforzarse mucho para hacerlo mal, es un regalo extraordinario con muchas de las características de Vargas Llosa: esplendor de la prosa y brillantez sintáctica, que nos llevan por unos derroteros que luego no serán lo que creemos ser», añade Tambascio.