El director estadounidense, homenajeado por el certamen galo

A sus 51 años, Spike Lee (Atlanta, Georgia, 1957) sabe que el tiempo es oro. Por eso, en su primera visita al Festival de Cine Americano de Deauville (Francia) ha realizado un verdadero «tour de force». Ha recibido el homenaje del certamen, con una exhaustiva retrospectiva de sus trabajos para cine, publicidad y televisión, ha visitado el cementerio americano cercano a la playa Omaha -lugar del desembarco de las fuerzas aliadas el Día D, el 6 de junio de 1944-, ha inaugurado la retrospectiva que le dedica la Cinemateca Francesa en Paris, ha estrenado en el certamen normando «Milagro en Santa Ana», su película «italiana» y continuó su campaña por el senador Obama.

De dos horas y media de duración, «Milagro en Santa Ana» es su primera película bélica y rodada en Europa. Basada en sangrientos hecho reales y en la novela de James McBride, Lee, que es también productor, manifestó haber podido dejar «las huellas digitales de mis diez dedos» en ella. Quiso dedicar el film, basado en la peripecia de tres soldados afroamericanos del pelotón Buffalo Soldiers en Santa Anna de Santemezza (Toscana) en 1944, a los caídos en aquel frente, a los civiles italianos masacrados por las fuerzas de ocupación de las SS (Shutzstaffel) y a los «muchachos» destinados en Irak. Lee confesó haberse inspirado en filmes como «Roma ciudad abierta», «Alemania año cero» y «El ladrón de bicicletas» y recordó a Roberto Rossellini y Vittorio de Sica. Afirmó paralelismos entre este film y «Días de gloria» («Indigènes”), premio de interpretación en Cannes hace dos ediciones al conjunto de sus actores, y confesó que, así como la película francesa provocó el pago de pensiones a los soldados franceses-africanos (largamente ignorados), la suya pueda hacer algo por los soldados americanos heridos en Irak y que, de regreso a casa, se ven ninguneados y sin ayuda médica y psicológica. «Espero que para resolver todos estos problemas no haya que esperar al 4 de noviembre» (día de las elecciones en Estados Unidos). Lee, en su comparecencia en Deauville, lució gorra con la inscripción «Obama 08. Yes, we can» y camiseta azul de la selección gala de fútbol. Y es que el deporte ocupa un lugar prioritario en sus proyectos. Lleva muy avanzados sendos documentales sobre Kobe Bryant y Michael Jordan. Y una secuela de su última película, la excelente «Plan oculto” («Inside Man»). ¿Y el conflicto que le enfrentó a Clint Eastwood? «Zanjado», dijo con ironía. Lee criticó el hecho de que Eastwood ignorara la participación y sacrificio de soldados afroamericanos en la conquista de Iwo Jima en su díptico bélico reciente. El director le mando callar en la prensa al autor de «Haz lo que debas». Pero a Lee le gusta siempre tener la ultima palabra. En Deauville: «No se si ha visto «Milagro en Santa Ana». Pero dado que dispone de una sala de proyecciones en su casa…. ya le he enviado una copia. Es inevitable que la vea».