El Teatro Bellas Artes de Madrid presenta una nueva adaptación de la obra «Camino a la Meca», del dramaturgo sudafricano Athol Fugard. Bajo la dirección del reconocido actor y director argentino Claudio Tolcachir, esta puesta en escena se ofrece al público hasta el 27 de abril. Con un reparto encabezado por la veterana actriz Lola Herrera, acompañada por su hija Natalia Dicenta y con Carlos Olalla, la obra propone una profunda reflexión sobre la libertad personal y la valentía de perseguir la verdad interna, enfrentándose a las presiones sociales.
La trama se desarrolla cuando Helen recibe la visita de dos personajes clave: Elsa, una joven maestra progresista, y Marius, un pastor religioso. A través de los diálogos entre estos tres personajes, Fugard pone en relieve los conflictos entre la conformidad y la libertad, representados en las diferencias de pensamiento entre Marius y Elsa. Mientras el pastor presiona a Helen para que abandone su hogar y se traslade a una residencia de ancianos, Elsa la anima a mantener su independencia y seguir fiel a su arte y a sí misma.
El autor de la adaptación y director de la función, Claudio Tolcachir, asegura: «Una de las principales razones que encuentro para sumarme a un proyecto es saber, o intuir, que será la oportunidad de conocer y compartir experiencias con personas que me conmuevan para siempre. Fui muy afortunado en mi vida en contar con el cariño y la complicidad de artistas inmensos. Fuentes de inspiración». Y prosigue: «Me enamoré de Lola Herrera encuentro tras encuentro. Fascinado con su carisma. conmovido por su lucidez, alucinado por su curiosidad y su deseo. Se trataba entonces de encontrar un material que estuviera a la altura de semejante mujer, que representara de alguna manera todo aquello de lo que ella deseaba hablar. Y yo con ella. El camino a la Meca, de Athol Fugard, se inspira en una mujer real, Helen Martins, que se rebeló contra todos los estamentos de su época. Un ser que persigue el deseo, la luz de la inspiración que no corresponde a ninguna edad ni a ninguna generación. Alguien que prefiere las preguntas a las certezas, que valora su libertad y su autonomía enfrentando a su tiempo y al mundo que la rodea. Al leerla escuche la voz de Lola latiendo en cada texto. Sin trascendencias flota en el aire las ganas de vivir con libertad y de hacerlo intensamente. Deseábamos conformar un elenco con el que el viaje fuera enriquecedor y placentero, porque todos sentimos que esta será una experiencia del todo transformadora. Honrado y entusiasmado por este nuevo proyecto que creo que va a quedar en la mente y en los corazones de los que lo hacemos y en cada uno de los espectadores que nos acompañen».
Claudio Tolcachir, conocido por su trabajo en producciones como La omisión de la familia Coleman y Copenhague, aporta una sensibilidad especial para captar la esencia de la obra de Fugard, resaltando no solo las tensiones políticas y sociales de su contexto sudafricano, sino también las universales, aquellas que todos enfrentamos cuando luchamos por nuestra autenticidad en un mundo que nos exige conformidad. Aunque situada en el contexto del apartheid sudafricano, «Camino a la Meca» trasciende esta situación particular para convertirse en una reflexión sobre el poder del arte como forma de resistencia y refugio frente a una sociedad que no siempre permite la diferencia. La obra invita al espectador a cuestionarse sobre la libertad personal, el derecho a elegir cómo vivir, y el coraje que se necesita para mantenerse fiel a uno mismo, independientemente de las expectativas externas.
El montaje de Tolcachir se caracteriza por una escenografía minimalista, diseñada por Alessio Meloni, que refleja el aislamiento de Helen y el espacio transformador que ha creado con su arte. La iluminación, a cargo de Juan Gómez-Cornejo, juega un papel crucial, acentuando los momentos de introspección y la atmósfera opresiva de la comunidad en la que Helen vive.
En la función, Lola Herrera encarna el papel de Miss Helen con una profundidad conmovedora, dando vida a una mujer que, a pesar de su avanzada edad, lucha por defender su derecho a ser diferente. Natalia Dicenta interpreta a Elsa, la joven maestra que ofrece a Helen el apoyo emocional y la perspectiva moderna que necesita para resistir las presiones externas. Por su parte, Carlos Olalla asume el rol de Marius, un hombre atrapado entre su afecto por Helen y su firme creencia en las normas sociales que él mismo representa.