La película narra historia real de la líder de la resistencia birmana, Premio Nobel de la Paz en 1991

Luc Besson dirige en Tailandia «Dans la lumière», película que recorre la vida de la birmana Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la paz en 1991 y símbolo de la resistencia democrática a la dictadura militar que prevalece en su país desde 1988. Recientemente liberada del arresto domiciliario en que vivió durante más de 15 años, Aung San Suu Kyi está interpretada por la actriz malasia Michelle Yeoh («Tigre y dragón»).

«Dans la lumière» está producida por EuropaCorp, la productora de Besson. No es la primera vez que el cine trata la historia de la resistencia birmana: John Boorman también había abordado el tema en «Más allá de Rangún», en 1885.
Nacida en Rangún en 1945, Aung San Suu Kyi se doctoró en Oxford, trabajó en la Secretaría de las Naciones Unidas y fue profesora en la India. Regresó a Birmania en 1988 y participó en el «segundo combate en pro de la independencia nacional». Este combate se inspiró en el ejemplo pacífico de Gandhi y en su fe budista, que le llevó a propugnar una «revolución del espíritu que se manifiesta mediante el reconocimiento de la necesidad del diálogo y la compasión por los más humildes».
En 1989 fue sometida a arresto domiciliario en Rangún. Asumió la dirección de la Liga Nacional para la Democracia, que ganó las elecciones en 1990 por mayoría aplastante. Como las autoridades militares se negaron a tener en cuenta este resultado, su partido no pudo formar un gobierno civil. Aung San Suu Kyi, sujeta a estrecha vigilancia, prefirió permanecer al lado de su pueblo dando testimonio de su fe en «la idea del bien y de lo justo», y recibió sucesivamente el Premio Thorolf Rafto de defensa de los derechos humanos y el Premio Sájarov de libertad de pensamiento.
Reconocida como prisionera de conciencia por Amnistía Internacional, su propósito de que el drama birmano no cayera en el olvido fue recompensado el 14 de octubre de 1991 con el Premio Nobel de la Paz gracias al cual dio a conocer su combate al mundo entero rechazando el exilio que se le proponía a cambio de su silencio.
En 1992 el Premio Simón Bolívar recompensó el combate de una mujer visionaria que combina el idealismo y el pragmatismo ilustrado siendo consciente al mismo tiempo de que otros movimientos similares en Asia se han inspirado, en la lucha pacífica de la Liga,