«Unbroken» narrará la odisea de supervivencia de un ex atleta olímpico que sobrevivió durante 47 días en el océano Pacífico durante la II Guerra Mundial

Angelina Jolie se ha buscado unos colaboradores de lujo para su segunda aventura tras las cámaras. Joel y Ethan Coen reescribirán el guión de «Unbroken», la cinta basada en el libro de Laura Hillenbrand, segunda película como directora de la mujer de Brad Pitt, al que dirigieron hace pocos años en «Quemar después de leer». angelina debutó como directora en 2011 con «En tierra de sangre y miel».

Según revela The Hollywood Reporter, los multioscarizados hermanos Coen, responsables de cintas como «No es país para viejos», «Fargo» o «El gran Lebowski», y guionistas de «Un plan perfecto», actualmente en caretelera, serán los encargados pulir la adaptación para la gran pantalla del libro que relata la historia del héroe de la Segunda Guerra Mundial Lou Zamperini.
Universal es el estudio que está tras este proyecto y se hizo con los derechos del libro de Hillenbrand en enero de 2011 para llevar a cabo una adaptación que, inicialmente iba a estar dirigida por Francis Lawrence («Soy leyenda», «Los juegos del hambre: En llamas»). Finalmente Lawrence, centrado en la saga de «Los Juegos del Hambre», quedó fuera del proyecto al que en diciembre de 2012 se sumó Jolie como directora. Desde entonces la actriz y directora ha estado buscando durante semanas escritores de perfil alto para encargarse del guión ya que, según asegura la publicación estadounidense, Jolie es muy meticulosa en ese aspecto.
William Nicholson («Gladiator», «Los Miserables») y Richard LaGravenese estuvieron trabajando en el libreto de esta adaptación que relatará la historia real de Lou Zamperini, un atleta que participó en los Juegos Olímpicos de 1936 y después se alistó en las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos. En 1943, durante un bombardero en el que participó fue derribado y su avión se estrelló en el Pacífico. Sobrevivió sin comida ni agua durante 47 días, soportando los ataques de tiburones, ataques aéreos y el hambre antes de ser capturado por los japoneses. Tras dos años cautivo como prisionero de guerra, en los que sufrió terribles torturas, fue liberado. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial Zamperini hizo gala de sus valores cristianos y viajó hasta tierras japonesas para perdonar a los soldados nipones que le habían torturado durante su cautiverio.