LA FUNCIÓN, COPRODUCIDA POR EL CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL, SE INSPIRA EN LA BIBLIA, CON LAS SIETE ÚLTIMAS PALABRAS DE CRISTO EN LA CRUZ, PARA HABLAR DE LA MUERTE COMO ALGO SENCILLO

El Théâtre Garonne de París, dentro del Festival de Otoño de la capital francesa, acoge hasta el 17 de diciembre las representaciones de «Gólgota Picnic», de Rodrigo García, una coproducción del Centro Dramático Nacional, estrenada en Madrid el pasado enero y desde principios de otoño en gira por Europa. El montaje llega a París tras pasar por Rotterdam, Graz (Alemania) y Toulouse.

El director y dramaturgo Rodrigo García se inspiró en la Biblia para crear «Gólgota Picnic»: «La Biblia es la fábula más fascinante, por la calidad del lenguaje y por la imaginería desbordante: ángeles que suben y caen, llamas por todas partes, cielos que se abren, milagros, demonios, muertes y torturas inimaginables, teorías sobre el amor impracticables…», dice el autor. «Pero la obra luego despega hacia otros asuntos, relacionados siempre con la muerte. La muerte como ir a comer el menú del día, no la muerte como el fin del mundo. El fin de nuestra percepción del mundo, nuestro final biológico, no afecta en nada al fin del mundo. Morirse es algo sencillo y no debería tomar por sorpresa ni apesadumbrar a nadie», asegura Rodrigo García.
«Gólgota Picnic» tiene su origen en la estancia del autor en un festival de música contemporánea en Italia, donde coincidió en el interior de un taxi con el pianista Marino Formenti y con quien conversó en torno a la obra de Haydn. Al poco, cuando Gerardo Vera le preguntó a García si tenía un proyecto para el Centro Dramático Nacional, le contestó automáticamente que «Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz». Eso sí, con la condición de que Formenti tocara la obra de Haydn en su versión para piano.
La obra es una producción del Centro Dramático Nacional, del Théâtre Garonne de Toulouse y del Festival de Otoño de París, interpretada por Gonzalo Cunill, Núria Lloansi, Juan Loriente, Juan Navarro y Jean-Benoît Ugeux, con la música de «Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz», de Joseph Haydn, interpretada al piano por Marino Formenti. El propio ator Rodrigo García es también el director y el escenógrafo de la función.