Sinopsis
La dramaturga y novelista Yasmina Reza (París, 1959) trata a sus personajes con ironía, amor, crueldad, para construir libros extraordinarios, llenos de nervio, como el recién publicado «Felices los felices» (Anagrama), una obra sobre la soledad y el desamor, con personajes que buscan desesperadamente la compañía en la pareja o en el adulterio, y se acomodan a un desamparo que tratan de llenar con una existencia de lujo. Uno de los personajes, Lionel, comenta sobre su joven amante: «La voy a dejar. Porque hay momentos en los que tras la cortesana asoma la buena mujer”.
«Felices los felices» es un híbrido entre dramaturgia y novela, con 23 monólogos que, más que sostenidos en una estructura literaria, se mueven internamente por un mecanismo teatral. Con frases cortas, contundentes, en alguna ocasión brillantísimas. El libro contiene una lectura lúcida, cruel e irónica del alma del hombre y de la mujer. Los personajes se sienten solos, pero tratan de aferrarse a la necesidad de compañía, sea en la pareja o en el adulterio. Odile Toscano, por ejemplo, mientras va con su familia a esparcir junto a un río las cenizas de su padre, recién fallecido, piensa obsesivamente en su amante: «Quiero conservar a Rémi para mí. Rémi me salva de Robert, del tiempo, de toda clase de melancolía”. Y ya con el cofre vacío de los restos del difunto medita sobre cómo puede comprar discretamente las esposas y las pinzas para pezones a fin de estimular las estancias con su amante: «¿Por Internet?”.
Yasmina Reza es autora de obras teatrales de enorme éxito, como la colosal «Arte», traducida a decenas de idiomas. «Arte», también publicada por Anagrama, es una magnífica reflexión sobre la pintura y la amistad masculina. En España se estrenó en el teatro Marquina de Madrid en 1999. Después se ha reestrenado en numerosas ocasiones. Pero Yasmina Reza también ha escrito novelas en las que vuelca una mirada implacable y tierna a la vez sobre el ser humano. En «Felices los felices» describe de manera despiadada pero risueña la vida, la muerte, la enfermedad, el amor y el abandono, y en todo el libro flota la atmósfera de un poema de Jorge Luis Borges que cita la autora y que empieza así: «Ya no es mágico el mundo. Te han dejado”.
