Sinopsis
Un acercamiento al emergente cine de Brasil, la potencia económica sudamericana. El libro recoge lo sucedido en Brasil tras la desaparición de Embrafilme y como comienzan a surgir a principios de los 90 nuevos cineastas que rompen con lo que había sido el cine brasileño hasta entonces, «cinema nuovo» incluido. En 1995 comienza a tomar cuerpo una producción más robusta en términos de público y de crítica. Entre 1995 y 2005 más de 100 directores estrenaron en Brasil sus primeros largometrajes, sin que existiese ninguna política de estímulo a los nuevos cineastas. Incluso, a pesar de los avances de la tecnología digital, rodar una película se convirtió en algo bastante difícil. Muchos de estos directores tardaron entre dos y cinco años en llevar a cabo sus proyectos. Lo interesante fue ver cómo, ante ese escenario, algunos aspirantes a cineastas se reorganizaron con el objetivo de diversificar las actividades y hacer que sus películas fueran viables. Fue el caso de la empresa Videofilmes de los hermanos Walter Salles y Joao Moreira Sales, de la empresa Conspiraçao Filmes, de Andrucha Waddington, Claudio Torres, y de la Casa de Cinema Porto Alegre, que reunió entre sus socios a los cineastas Jorge Furtado, Carlos Gerbase, Gibba Asis Brasil y Ana Luiza Acevedo. Así, en 1998, con el despuntar de «Estación Central do Brasil», el proceso de reanudación de la producción cinematográfica brasileña entró en una nueva fase.
«Cine brasileño. La cámara lúcida. 2000-2010» se divide en dos partes. La primera, firmada por Pedro Butcher, es «Una breve introducción al cine brasileño de hoy»; la segunda, a cargo de José Carlos Avellar, consta de tres capítulos: «La deconstrucción del hijo», «La reinvención del padre» y «El otro yo». El volumen se completa con una amplia filmografía con las fichas técnico artísticas de las prncipales películas producidas en Brasil entre 2000 y 2010.
