La película cuenta las 24 horas de la vida de unos jóvenes encerrados en un tanque

«Lebanon», que no estaba entre las favoritas, es una historia muy personal, basada en los recuerdos del director y con la que ha tratado de acabar de una vez con los demonios que su participación en la guerra le crearon cuando apenas tenía 20 años. Al recoger el premio, Maoz se lo ha dedicado a «las miles de personas en el mundo que vuelven de la guerra, como yo, aparentemente bien. Se casan y tienen hijos pero en su interior permanecen vacíos en sus almas». Y ha añadido: «En el momento en el que dejamos de matar, paramos la guerra. Ahora hora es inocente decirlo pero quiero creer que un día acabaremos con ella». El director ha finalizado su discurso al grito de: «¡Viva el arte cinematográfico. Viva Venecia!».
«Necesitaba distancia para usar esos sentimientos, esos recuerdos, como director», explicó Maoz el día de la presentación del filme en competición, una historia en la que el miedo a participar en la guerra es el punto de inicio en torno al que giran los actos de los protagonistas. En la película está «parte de mi más profunda y dolorosa memoria», agregó entonces Maoz.
Aunque la historia se sitúa en Líbano, podría desarrollarse en cualquier guerra. Los protagonistas son un grupo de veinteañeros sin ninguna experiencia militar, aterrados por lo que están viviendo y preguntándose a cada segundo qué hacen allí. Miedo, angustia y claustrofobia que se encargan de transmitir un magnífico grupo de actores: Michael Moshonov, Yoav Donat, Itay Tiran Oshri Cohen y Zohar Strauss. A lo que también ayuda el hecho de que la película se desarrolle en su mayor parte dentro del carro de combate que comparten estos soldados y que el exterior se vea a través de las mirillas con las que deben apuntar o ver el camino a seguir.
El León de Plata a la mejor dirección ha caído en manos de la iraní Shirin Neshat por su película «Zanna bedoone mardan» («Women without men»), que se desarrolla en el Teherán de los años cincuenta y contiene una dura crítica de la situación de la población y, en especial, de las mujeres y de su falta de libertad. Neshat, que ha acudido a la ceremonia de entrega de premios con un pañuelo verde (color que han adoptado los seguidores del pro reformista Mir Husein Musaví), ha querido dedicar el premio a «la libertad y la democracia».
Por su parte el actor británico Colin Firth, de 49 años, ha sido galardonado con el premio al mejor actor por su interpretación en el film «A single man» del norteamericano Tom Ford. Firth recibió este reconocimiento por parte del jurado por su papel como George Falconer, un profesor homosexual de 52 años que da clases en Los Angeles y que sufre por el recuerdo de su novio fallecido en un accidente de tráfico. «Este país me ha inundado de regalos. Me ha dado la cultura, la literaura, el cine, el arte y la cocina, la grappa y me ha dado, incluso, una mujer bellísima y dos niños maravillosos», ha dicho un emocionado Firth en referencia a Italia.
La actriz rusa Kseniya Rappoport ha conseguido la Copa Volpi a la Mejor Interpretación Femenina por su papel protagonista en la cinta «La doppia ora», del director italiano Giuseppe Capotondi. Rappoport (San Petersburgo, 1974) recibe este reconocimiento por parte del jurado de la competición oficial de la Mostra, que ha presidido el taiwanés Ang Lee, por su papel como Sonia, una misteriosa empleada eslovena de un hotel de Turín que participa en una trama de robos para conseguir el dinero necesario para empezar una nueva vida en Buenos Aires.