«Autorretrato de un joven capitalista español», un monólogo de Alberto San Juan en el Teatro Álfil de Madrid

Alberto San Juan desmitifica la Transición en el monólogo «Autorretrato de un joven capitalista español», que se ha estrenado en el Teatro Álfil de Madrid tras haber recorrido previamente varias salas alternativas. Se trata de una lectura corrosiva, irónica y llena de dudas sobre la Transición, ese periodo de la historia reciente de España que la mayoría de los ciudadanos tiene -o ha tenido- por ejemplar

Alberto San Juan, autor, actor y director de la obra, se apoya e numerosos testimonios publicados en libros para cuestionar las luces de la Transición y argumentar que gran parte de los problemas que actualmente padece la sociedad española, principalmente el económico, arranca de ese periodo histórico. Y lo hace San Juan con humor amargo, después de un largo trabajo de investigación, y confiado en la esencia del teatro. Eduardo Haro Tecglen, al que cita con afecto Alberto San Juan en un momento de la función, sostuvo siempre en sus críticas que «el teatro es palabra y actor”. En eso consiste la obra de Alberto San Juan: Palabra y actor. En el escenario están él, unos libros sobre una mesa, un flexo, una silla, y un aparato de música por el que se escuchará una copla de José Menese. Nada más. Y el amor a los libros. En un momento de la obra dice el actor: «Un libro es algo extraordinario. Lo abres y te cuenta cosas maravillosas. Y cuando te cansas, lo cierras y te deja en paz”.
Alberto San Juan habla que te habla durante casi dos horas, baila, camina de un lado a otro del escenario, realiza imitaciones, y lee, lee a los espectadores numerosos fragmentos de libros. El Rey, Franco, Felipe González, Mario Soares, Fraga, Martín Villa, Juan Luis Cebrián, son los personajes a los que más referencias hace. Y las contradicciones de la Transición. El Rey, por ejemplo, juró en su día los Principios del Movimiento, pero no la Constitución. Por tanto, nos dice el actor, la legitimidad política actual arranca del 18 de Julio de 1936. Pero Alberto San Juan no formula ninguna afirmación, sino que plantea preguntas: A un auditorio entregado, que va a escucharlo y le gusta lo que escucha. La noche del estreno, el domingo día 5, recibió una prolongada y cálida ovación. El público agradeció el esfuerzo del intérprete. Que sostiene: «Cuando el Parlamento se convierte en teatro, el teatro ha de ser un Parlamento”.