La Seminci, Semana Internacional de Cine de Valladolid ha levantado su telón con «La contadora de películas», dirigida por la danesa Lone Scherfig (“La amabilidad de los extraños”, “An education”, “Italiano para principiantes”). Protagonizado por Bérénice Bejo (“The artist”, ”Envidia sana”, “Una librería en París”), Antonio de la Torre (“La trinchera infinita”, “El reino”, “Tarde para la ira”), Daniel Brühl (“Malditos Bastardos”, “Rush”, “Capitán América: Civil war”), Sara Becker y la joven Alondra Valenzuela. El film es la adaptación de la novela homónima de Hernán Rivera Letelier y cuenta la cautivadora historia de María Margarita, una joven que vive en un pueblo minero en el corazón del desierto chileno de Atacama en la década de 1960 y que tiene el don de contar películas.
En la Gala de Inauguración, conducida por Marta Nieto, se ha entregado la Primera de las Espigas de Honor de esta edición, a la Academia del Cine Europeo, un reconocimiento a la labor de la institución que ha recogido su presidenta, la cineasta polaca Agnieszka Holland, que presenta en la competición «Green Border». Junto a ella, en su entrada al Teatro Calderón de Valladolid, sus compañeros de la EFA, el vicepresidente, Mike Downey, los miembros de la Junta Directiva Rebecca O’Briend, Ada Solomon, Antonio Saura oel propio director de la EFA Matthijs Wouter Knol.
De nuevo, turno para los equipos de filmes programados. Se unieron a la fiesta sobre la Alfombra Verde los equipos de «The Sweet East», con su director, Sean Price Williams, y la actriz Talia Ryder; «El amor de Andrea», de Manuel Martín Cuenca, secundado por los intérpretes Lupe Mateo Barreda y Agustín Domínguez; o «Que nadie duerma», de Antonio Méndez Esparza, que estuvo acompañado por los integrantes del reparto Rodrigo Poisón y Manuel de Blas, la compositora Zeltia Montes, la coguionista Clara Roquet, y el productor Pedro Hernández Santos. De «La contadora de películas» han estado su directora, Lone Scherfig, arropada por su elenco, Antonio de la Torre, Sara Kecker, Alondra Valenzuela, Abril Valenzuela, Francisco Díaz y Moira Miller; por sus productores Manuel Monzón y Adolfo Blanco, y por los representantes de la distribuidora, A contracorriente Filmes, Paz Recolons y David Mitjans.
Sobre la Alfombra Verde, también, uno de los personajes más queridos y respetados del cine español, el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Fernando Méndez Leite, que en unos u otros momentos estuvo acompañado por los vicepresidentes de la institución Susi Sánchez y Rafael Portela; el director del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Camós; el embajador de la India (país invitado de la edición), Dinesh Kumar Patnaik y la secretaria adjunta Merja Seckar.
Agnieszka Holland, una habitual de la Seminci, ha presentado «Green Border», larguísima crónica (147 minutos) del drama migratorio entre Bielorrusia y Polonia, esa frontera verde de bosques que se convierte en una trampa para las miles de personas que huyen de las guerras de Oriente Medio alentadas por Lukashenko. Con la aquiescencia de Rusia, el dictador convirtió ese corredor en una estrategia de presión a la Unión Europea que fue respondida con brutalidad por parte del gobierno polaco.
«Las autoridades polacas utilizaron este asunto como herramienta política; la violencia se utiliza como herramienta política», ha reflexionado la veterana realizadora polaca durante la presentación de la película, la primera que compite en la Sección Oficial. Su repercusión, tras su estreno en Venecia —donde ganó el Premio Especial del Jurado—, ha sorprendido a la propia Holland, según ha reconocido durante el encuentro con los medios.
La película está rodada en blanco y negro sobrio y con cámara al hombro, para una historia que navega entre el documental y la ficción y entre cuyos protagonistas se encuentran algunos refugiados sirios reales: «La frontera polaca es sólo una de las fronteras que hay en el mundo», ha planteado la cineasta, en relación con otros conflictos actuales, la directora de «Europa, Europa», también ha alertado del peligro de «normalizar e institucionalizar el uso de la violencia», contrapuesto a la humanidad y el respeto hacia los migrantes que muestran algunos ciudadanos retratados en la película.
Las actrices Charlotte Rampling, Nathalie Baye y Kiti Mánver recibirán también una Espiga de Honor de la Seminci en el transcurso del Festival.