Los directores Iciar Bollain y Juan Antonio Bayona, el actor Eduard Fernández y el programa de TVE «Versión Española», recogen la Espiga de Honor en el Día del Cine Español

La Gala de Cine Español de la 63 Semana Internacional de Cine de Valladolid ha tenido este año cuatro protagonistas: los directores, Iciar Bollain y Juan Antonio Bayona, el actor Eduard Fernández y el programa de TVE Versión Española. Por su «tesón”, «talento” y por su «compromiso con el cine” la Seminci ha querido rendir homenaje con la Espiga de Honor a estos cuatro representantes del cine español.

El Festival ha celebrado este martes 23 de octubre una noche de reencuentros de compañeros de profesión que no han dudado en estar en el Teatro Calderón. La primera en recibir la Espiga de Honor ha sido Iciar Bollain, que se ha fundido en un cariñoso abrazo con Luis Tosar (ganador de este premio en la 62 Semana), su amigo al que ha dirigido en seis películas. «Me hace una ilusión inmensa el premio, pero ya que me lo entregue Luis no os lo podéis imaginar”, ha señalado. Una sorpresa que «le ha roto el corazón” al verle sobre el escenario. Por su parte, Tosar ha confesado que tuvo «la suerte de casi aterrizar en el mundo del cine gracias a Bollain”, quien le abrió las puertas de esta industria con «Flores de otro mundo» (1999). «Iciar es una de las grandes directoras y directores de este país. Tiene una gran sensibilidad con los actores, algo nada fácil en este mundo”, ha destacado.

«Los directores no vamos solos, algunos compañeros han venido hoy a verme a recoger la Espiga (como el director Jose Luis Cuerda), y estamos acompañados por los espectadores que ven el cine y lo valoran”, ha añadido. La directora tiene un especial recuerdo de Valladolid. «Aquí fue mi arranque como directora con «Hola, ¿estás sola?» (1995) y aquí descubrí que era directora cuando me lo preguntaron por primera vez”, ha confesado. «Ha sido un largo camino, no ha sido fácil, poco a poco han ido llegando más directoras y seguirán llegando más”. Su admiración por la directora Chus Gutiérrez le ha impulsado a dedicar la Espiga «a las niñas” a las que ha lanzado un mensaje: «sí se puede chicas, hay que contar muchas cosas”.

Eduard Fernández, que con su trabajo como mimo, con el que estaba «encantado” ya se consideraba un «triunfador” por actuar siete minutos, nunca imagino que «llegaría algún día a Valladolid a recoger la Espiga de Honor”, ha confesado. El actor estuvo a punto de renunciar al mundo de la interpretación si no llega a responder a la llamada de la directora de casting Sara Bilbatúa para formar parte del reparto de «Zapping» (1999), película que le abrió las puertas del cine. Ese mismo año participó en el equipo de «Los lobos de Washington», de Mariano Barroso, un papel que le reportó gran éxito y al que se quedó enganchado el director de la Seminci, Javier Angulo, como ha confesado unas horas antes de la gala durante el encuentro que han tenido con la prensa. «Qué bien, un premio bonito, no suelen serlo”, ha exclamado entre risas. «Es un lujo que me lo dé Imanol Uribe”. El director que lo dirigió en «Lejos del mar» (2015) ha resaltado su «meticulosidad” a la hora de trabajar y «cómo se deja llevar” en los rodajes. «Es un actor que lo llevaría a todas las películas porque hace crecer a los personajes; de lo que sea saca un mundo”, ha afirmado.

A Juan Antonio Bayona le abrió las puertas del oficio la ESCAC. «Me hace mucha ilusión recibir este premio de un festival que siempre he admirado por su apoyo al cine de autor y, que me lo entregue Geraldine Chaplin, más”, ha manifestado. Ambos, compañeros y amigos, han contado cómo hace poco tiempo organizaron una cena sorpresa con los padres del director donde recordaron cómo tanto sus progenitores -emigrantes andaluces en Cataluña- como Charles Chaplin, pasaron hambre y solo una generación después «ella es una estrella mundial y yo estoy aquí recogiendo esta Espiga de Honor”. «Eso me hace pensar que la cultura es el arma más poderosa que tenemos contra la miseria”, ha afirmado, emocionado. Con una gran sonrisa, Geraldine Chaplin ha hecho entrega de la Espiga de Honor a Bayona al grito de «J». «Gracias a Piedad y a Juan Antonio por haber traído al planeta a este genial director”. El primer contacto del cineasta con la Seminci se remonta a 2007, cuando el festival programó su primer cortometraje, «Mis Vacaciones» (1999), dentro de un ciclo que organizaba la ESCAC. A ellos, junto a sus padres y a los festivales (donde tuvo la suerte de conocer a Guillermo del Toro) les ha dedicado el galardón.

Por su «compromiso con el cine y con Seminci”, por «su impagable labor de difusión y valor archivístico” y por cumplir 20 años de emisión, según ha destacado la presentadora del acto, Eva Marciel, la 63 Semana ha querido distinguir al programa de TVE «Versión Española con la Espiga de Honor. A ritmo de la popular sintonía del programa ha pisado el escenario Najwa Nimri junto al director Julio Medem, quien se ha erigido por un momento como representante del cine español para entregar «en nombre de todos los ahijados” a su padrino (Versión Española) el premio. «Gracias Julio por estar desde el primer programa hasta hoy con nosotros, a Najwa por cantarnos toda la vida y gracias a la Seminci por considerar que nuestro trabajo merece este grandísimo reconocimiento”, ha indicado Cayetana Guillén Cuervo, en nombre de todo el equipo que la arropaba en el escenario. Guillén Cuervo, que lleva dos décadas al frente, ha dado también las gracias a TVE por «proteger el programa tanto tiempo y guardar ese rincón de cultura que España necesita”. «Se ha convertido para nosotros en una manera de vivir, de enseñar a ver nuestro cine. Que todo el mundo sepa quiénes somos”. Numerosos compañeros como Arturo Valls, Raúl Arévalo, Manolo Solo, el equipo de la película «Jaulas», de Nicolás Pacheco, o la productora Carmen Martínez han acompañado con su presencia a los premiados.

«Versión Española ha sido esa escuela que ha enseñado a acercar el cine español a la gente. Sí sentimos que hemos contribuido a que nuestro cine se haga más grande fuera de nuestras fronteras y que se entienda el cine español”, ha manifestado Guillén Cuervo. Y también que se entienda más dentro. «Un profesor me dijo hace años que no teníamos nada que hacer para mejorar esa percepción negativa de los espectadores. Nos pusimos las pilas y la nueva generación de espectadores no tiene ningún prejuicio al respecto”, ha destacado Bayona. Por su parte Eduard Fernández ha señalado: «no sé si hay menos prejuicio que antes, pero lo que hay ahora es más tipo de cine que antes y la calidad de los aspectos técnicos españoles es reconocida por todo el mundo”. Una idea en la que ha coincidido Bollain. «El cine en España es muy variado, así se recibe fuera”.