La película de Enrique Gabriel llega al Festival de Valladolid tras superar múltiples problemas de producción

El equipo de «Vidas pequeñas» ha presentado este viernes 29 de octubre, su filme tras 5 años desde que se escribió el guión y tras varios problemas de producción. Como ha señalado Javier Angulo, director del festival, es una película «peleada, una película de autor, especial, de un director que va a su aire y que tenía que salir al público”.

Aunque la película dirigida por Enrique Gabriel comenzó a rodarse hace cinco años los problemas económicos interrumpieron su filmación. Finalmente, el filme protagonizado por Roberto Enríquez, Ana Fernández y Angela Molina ha visto la luz en Valladolid con las dificultades de una «ópera prima” La cinta está inspirada en personas y hechos reales, personas que han sufrido el «boom” inmobiliario mucho antes de estallar la crisis económica, parece una película premonitoria de lo que sucedió unos años después de surgir la primera idea.
El director argentino ha querido expresar su satisfacción por que la primera proyección de su película tenga lugar en la Seminci y ha declarado: «Sin duda es la mejor película que he hecho”. Además, todos ellos han subrayado que la película viene en el momento más adecuado, debido a la actual situación del mercado inmobiliario.
La acción muestra como, en el camping Vista Hermosa, en las afueras de Madrid, conviven escritores fracasados, feriantes de paso, artistas anónimos, peluqueras, proletarios en paro… En esta playa gris ha venido a naufragar Bárbara Helguera, joven y célebre diseñadora, flagelada por el fracaso y las deudas. Fascinada por un universo tan distinto al suyo, Bárbara conocerá en el camping a un variado abanico de vidas pequeñas que transcurren plácidas o atormentadas en caravanas y casas portátiles, lejos del mundanal ruido y de las rivalidades de la ciudad. Pero, sobre todo, Bárbara conocerá el amor en una caravana sin retrete…
El largometraje trata de las «vidas pequeñas” que se entrecruzan en este camping, aunque «quizás ninguna vida sea tan pequeña”, en palabras de Ana Fernández, una de las actrices protagonistas. Todos los personajes son perdedores o al menos, lo han tenido todo cuesta arriba en la vida.
«En toda gran vida hay pequeñeces, así como en toda vida pequeña subyace cierto toque de grandeza. Estas contradicciones son lo verdaderamente interesante, tanto para el cine, el drama, el arte, como la época en general”, una paradoja sobre la que reflexiona Enrique Gabriel. El actor Roberto Enríquez interpreta «un personaje al que le afecta todo de una manera brutal, como si no tuviera piel, sensible a todo lo que ocurre en su entorno y, por tanto, un individuo que sufre”.
Alicia Borrachero ha agradecido al director que la escogiera a ella: «Nunca me darían ese personaje, al menos alguien que me haya visto en televisión; ha tenido que venir un director de fuera”. También ha dicho que su personaje está muy alejado de los que normalmente interpreta.