La conmemoración ha comenzado con un acto de rueda de prensa en el que han estado presentes el productor Andrés Vicente Gómez y los realizadores Manuel Gutiérrez Aragón y Fernando Colomo. Los tres han inciado el encuentro departiendo sobre su trayectoria y defienden un cine hecho con medios para ser «independiente de verdad». Son tres figuras fundamentales en el cine español de las últimas décadas. Aparecen en los créditos de películas emblemáticas como «Habla, mudita» (1973), «Tigres de papel» (1977), «Demonios en el jardín» (1982), «Bajarse al moro» (1987), «Jamón, jamón» (1992), «El día de la bestia» (1995) y «La niña de tus ojos» (1998), por citar solo unas pocas de las decenas que componen sus respectivas filmografías. Son el productor Andrés Vicente Gómez y los realizadores Manuel Gutiérrez Aragón y Fernando Colomo, nombres imprescindibles de la cinematografía patria y a los que la 67 Semana homenajea con sendas Espigas de Honor por el día del cine español junto a la actriz Victoria Abril.

El Día del Cine Español ha vivido su momento más estelar este 25 de octubre con la entrega de sendas Espigas de Honor a estos cuatro referentes de la cinematografía patria, la actriz Victoria Abril; los directores Fernando Colomo y Manuel Gutiérrez Aragón y el productor Andrés Vicente Gómez, en un abarrotado Teatro Calderón. Los cuatro han recibido el homenaje y el reconocimiento del Festival por las imprescindibles páginas que han escrito en la historia del cine español bajo el aplauso individual brindado por el público, que se ha intensificado sobremanera cuando los cuatro han posado juntos sobre el escenario.

Andrés Vicente Gómez, Gutiérrez Aragón y Colomo han departido sobre su trayectoria durante la rueda de prensa previa a la gala, en la que han coincidido en defender la importancia de un cine hecho con medios para ser «independiente de verdad», algo que consideran que, en los últimos años, ha ido disminuyendo en una industria copada por las plataformas y la televisión. «No es que el cine se haya democratizado, es que se han abaratado los costes», ha reflexionado Gutiérrez Aragón, centrado desde 2009 en su labor como novelista y que ha defendido la búsqueda del «rigor» en un mercado cada vez más saturado. «Hay que razonar sobre el concepto de cine independiente», ha apuntado Andrés Vicente Gómez, para quien el cine de Elías Querejeta era el «verdadero cine independiente». «Hacer una película desde tu casa con un móvil no es cine independiente, porque dependes de la financiación que te falta», ha proseguido el productor responsable de traer a España un Oscar por «Belle Époque» (Fernando Trueba, 1992), radicado en la actualidad en Arabia Saudí, donde contribuye a desarrollar su, hasta el momento, exigua industria cinematográfica. «Lo que se ha creado es un barullo tremendo», ha añadido Colomo en referencia a plataformas como Netflix.

Los tres homenajeados han contrapuesto la situación actual con la que existía en España en las últimas décadas del siglo pasado, cuando, también, según han coincidido, tenían «el público a su lado». «Hoy no se podría hacer «Habla, mudita»», ha valorado Gutiérrez Aragón sobre su ópera prima, la historia de un intelectual que intenta enseñar el lenguaje a una joven muda de un pueblo de montaña y que se pudo llevar a cabo «gracias a Elías Querejeta». «A las películas independientes ahora les falta alguien que diga: “Esta película hay que hacerla con más dinero”», ha considerado el realizador. Y es que, hacer una película «es más que rodarla, es distribuirla», ha completado A. Vicente Gómez, que ha ilustrado su planteamiento con su experiencia en filmes como «Jamón, jamón» (Bigas Luna, 1992) y «El día de la bestia» (Álex de la Iglesia, 1995), para cuyo estreno el productor, que aceptó un guion rechazado por numerosas productoras —entre ellas El Deseo, propiedad de Pedro y Agustín Almodóvar y responsables del filme anterior de De la Iglesia («Acción mutante»)— buscó un cine especializado en terror, el Rex, donde la cinta levantó una gran expectación que se materializó en colas muy numerosas.

Los tres galardonados con las Espigas de Honor también han aprovechado el encuentro para hacer un repaso de sus influencias y gustos cinematográficos. Han coincidido en alabar la obra de John Ford, cuyas películas «inventaron el cine», y la producción italiana de mediados de siglo. «Era un cine que gustaba porque unía una gran belleza plástica con los gustos de los espectadores; eran películas que la gente iba a ver, no digo populares, pero sí con su público», ha comentado Gutiérrez Aragón, para quien aunar calidad y público «es lo más difícil que hay en el cine».

El nombre de Quentin Tarantino también ha salido durante el coloquio al ser el cineasta de referencia para Andrés Vicente Gómez. «Es un cineasta muy completo», ha opinado el productor, que ha valorado tanto su provocación como la rentabilidad de sus filmes, mientras que Fernando Colomo ha alabado a Woody Allen, de quien ha dicho que «ha dignificado la comedia» y David Lynch, cuyas películas ha descrito como «muy estimulantes visualmente».

Los tres homenajeados han recibido a continuación sus premios en la gala de España por su contribución fundamental a la cultura de este país. Y es que, como ha aseverado Gutiérrez Aragón, «uno puede dejar de hacer películas, pero no de ser cineasta». El primero en recibir el galardón honorífico en la Gala del Día de España ha sido el director Manuel Gutiérrez Aragón, a quien han hecho entrega del mismo el distribuidor Enrique González Macho y el escritor Manuel Vicent. El realizador cántabro, hoy consagrado a la literatura, se ha llevado la primera ovación de la noche después de que Vicent subrayara que a él le debemos “algunas de las mejores películas del cine español”, una afirmación que conectó con las palabras de elogio que también le dedicó González Macho, para quien la filmografía de Gutiérrez Aragón puede considerarse toda una “enciclopedia” de la historia de España.

El homenajeado ha manifestado “cierta nostalgia” al recibir la Espiga de Honor de la Seminci en una ciudad en la que, ha recordado a modo anecdótico, su serie sobre «El Quijote» pasó una prueba de fuego con el público viendo su trabajo durante cinco horas y cuarenta y cinco minutos sin moverse. También, feliz por recogerla de manos de dos personas que representan al cine y la literatura, “lo que más me gusta del mundo”.

En segundo lugar, le ha llegado el turno a Fernando Colomo. El director madrileño ha recibido su reconocimiento honorífico de manos del actor Karra Elejalde, quien le ha presentado como “un gran amigo, un gran director y un gran actor”. Después de recibir el cariñoso abrazo de Elejalde, la figura de la espiga y el aplauso del público, Colomo ha asegurado que es un “honor” para él recibir este reconocimiento en la Seminci y más siendo él considerado un director de comedia, género que “siempre ha sido menospreciado en los festivales”.

El productor Antonio Saura y el director de fotografía José Luis Alcaine han sido los encargados de entregar la Espiga de Honor a Manuel Vicente Gómez, quien se ha mostrado “muy feliz” por recibir el reconocimiento en “una ciudad tan cinéfila y en esta Seminci”, festival que ha recalcado, ha seguido “tanto tiempo”. “He hecho películas porque no sabía hacer otra cosa”, ha dicho el productor de 135 trabajos después de que Alcaine se refiriera a él como “posiblemente el último productor en activo de una época en la que lo fue casi todo” y Saura ensalzara que haya sido capaz de transformar el gran cine hecho en España en cine comercial. “Soñó que podíamos conquistar el mundo y lo conquistó”, enfatizó quien se ha autodefinido también como “el perro faldero” de Andrés Vicente Gómez porque simplemente “es un genio”.

De manos de Imanol Arias ha recibido, por último, la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid la actriz Victoria Abril, “la mejor actriz viva del cine español”, según la ha definido el actor en el momento de darla la bienvenida sobre el escenario. “Muchas gracias Valladolid por este Festival que lleva tantos años dedicándose a nuestro cine” ha comenzado exponiendo la carismática actriz antes de hacer un pormenorizado repaso a su larga trayectoria en el cine, una disciplina que la ha “salvado la vida” en varias ocasiones, según ha expuesto. Antes de volver a recibir el aplauso del público del Teatro Calderón, Victoria Abril ha dado las gracias “a todos, profesionales, amateurs y público” por haberla “permitido existir” con un recuerdo muy especial también para su “triple A” (Aranda, Agustín Díaz Llanes y Almodóvar”.