La lucha por la igualdad de derechos de los homosexuales inspira ”Freeheld” y la actividad de una ONG en un país en guerra «Los caballeros blancos”
La competición del 63 Festival de Cine de San Sebastián tuvo este jueves un ligero repunte con la estadounidense «Freeheld” y con la franco belga «Los caballeros blancos”, ambas películas inspiradas en hechos reales. además la china «Regreso al norte» y, en Zabaltegi la excelente cinta española «La novia», basada en el drama lorquiano «Bodas de sangre»
«Freeheld” es una típica biopic estadounidense, con todos los convencionalismos imaginables, que cuenta el caso real de una pareja de lesbianas en New Jersey, una de ellas enferma de cáncer, por lograr que su pareja de hecho recibiese su pensión a su muerte. Con Julianne Moore (que ya había interpretado a una lesbiana en «Los chicos están bien” y a una enferma de cáncer en «Siempre Alice”) y Ellen Page («Juno”), también productora del filme, como protagonistas, su interpretación es lo mejor del filme, y ambas actrices son firmes candidatas a una Concha de Plata de interpretación ex aequo. La película narra uno de los casos más sonados en la lucha por los derechos de gays y lesbianas, que abrió la puerta para que hace pocos meses el Congreso de Estados Unidos reconociese el matrimonio gay.
La película, que dirige Peter Sollett, reconstruye el caso real de una laureada agente de policía de New Jersey, enferma de un cáncer irrecuperable, en su lucha por dejar su pensión, una vez muerta, a laes su compañera sentimental y pareja de hecho ante las leyes, algo a lo que se oponen los políticos más reaccionarios del condado, que no ven con buenos ojos esa relación lésbica y conspiran para dejar a la agente de policía sin pensión.
«Freeheld” es una película «muy políticamente correcta”, que denuncia las situaciones de injusticia a la vez que muestra como la agente de policía se ha esforzado durante años en servir a su comunidad poniendo muchas veces en peligro su propia vida. El caso sirvió para despertar las adormiladas conciencias estadounidenses gracias al gran eco que lograron por la prensa, volcada con ellas, que serviría para que no muchos años después, el Congreso de los Estados Unidos reconociese el matrimonio homosexual en toda la nación.
Ellen Page ha sido la estrella del jueves en Donosti, en espera que este viernes tome el relevo Emily Watson que recibirá el Premio Donosti. Page ha declarado que «tenemos que seguir luchando por la igualdad, porque, a pesar de tener avances, hay mucho que mejorar en los derechos de las mujeres, de la comunidad afroamericana, de los homosexuales. Ojalá un día no haga falta, pero, entretanto, habrá que seguir empujando». La actriz se ha mostrado reivindicativa con la discriminación contra las mujeres que hace Hollywood: «Parece que ahora se habla cada vez más de la igualdad de géneros, pero si no hay más papeles para mujeres, más mujeres que compongan música, que escriban guiones… no será posible la igualdad. Esto sigue siendo un club de hombres”, ha afirmado entre aplausos en la conferencia de prensa.
La otra película de la competición ha sido la franco belga «Los caballeros blancos” que firma el belga JoachimLafosse («Propiedad privada”), y que cuenta con un buen reparto con VincentLindon, LouiseBourgoin y Valeria Donzelli al frente. La acción se sitúa en los años de la guerra civil del Chad. Allí el presidente de una ONG denominada Sud Secours, planea una operación de gran impacto: Sacar del país a 300 huérfanos menores de cinco años y entregarlos a franceses que habían tramitado solicitudes de adopción. Inmersos en la brutal realidad de un país en guerra, los miembros de la ONG empiezan a perder sus convicciones y tienen que afrontar los límites de la intervención humanitaria. La película denuncia diferentes puntos de vista dentro de la ONG, problemas burocráticos y las mentiras de unos y otros. No pueden rescatar a niños mayores de cinco años y tampoco a los que no sean huérfanos. Los jefes de las aldeas, para salvarlos, mienten en la edad y la condición. Además el ejército les entorpece la ayuda, las mafias solo quieren dinero, sin cumplir lo pactado…. Todo basado en un caso real que saltó a los periódicos en 2007, el de «El Arca de Zoe” que muestra como no todo es límpio y desinteresado en las ONG’s. Una película muy aplaudida que busca provocar la reflexión del espectador.
La tercera película de competición del sábado ha sido la china «Regreso al norte”, de Liu Hao, un filme en blanco y negro excesivamente largo que habla de «las familias perdidas”, aquellas que por la política del «hijo único” impuestas por las autoridades chinas, han perdido este único descenciente, dejando a los padres, ya mayores en una difícil situación. Aquí la protagonista es una joven con una enfermedad cardiaca que quiere que sus padres, que viven separados en diferentes ciudades, tengan otro hijo, para que no queden desvalidos tras su posible muerte. El filme posee una hermosa fotografía y se recrea en los pequeños detalles cotidianos de la vida que transcurre alrededor de los personajes. También una película más que aceptable.
Sin embargo, la gran película del jueves hubo que buscarla en la sección Zabaltegi: «La novia”, una adaptación de «Bodas de sangre” de García Lorca, a cargo de la aragonesa Paula Ortiz («De tu ventana a la mía”), rodada entre los Monegros aragoneses y la Capadocia de Turquía, sin que el espectador note la diferencia. Protagonizada por Inma Cuesta, Álex García, AsierEtxendía, Luisa Gavasa, Leticia Dolera y Carlos Álvarez Nóvoa, fallecido este pasado miércoles y al que el equipo de la película realizó un sentido homenaje. Inma Cuesta es la novia, angustiada e infeliz que se prepara para su boda. Sin embargo un viejo amor hará su reaparición en la ceremonia. Se trata de una película bellísima, de enorme plasticidad visual, que enzarza a los personajes con la tierra sin traicionar el drama lorquiano. Con personajes de un enorme dramatismo, con una estupenda Inma Cuesta y con no menos maravilloso Álvarez-Nóvoa, que interpreta al padre de la novia, es un filme que no se entiende por qué no se seleccionó para la Sección Oficial, ya que es mucho más potente que gran parte de los vistos en el transcurso del festival.