Se estrenó en el teatro Ambassadors del West End londinense con Richard Attenborough como el detective Trotter y su esposa, Sheila Sim, como Mollie Ralston

Ni siquiera su autora, la escritora de piezas de crimen y misterio Agatha Christie, hubiera soñado con una producción ininterrumpida de 60 años, que aún continúa. Y tiene el mérito de que en su programa de mano, se suplica a los espectadores que no revelen el nombre del asesino. Ayer viernes, comenzó su año 60 en los escenarios una obra que comenzó como una producción radiofónica en 1947. Se ha anunciado además un tour por todo el Reino Unido.

Cinco años más tarde, el 25 de noviembre de 1952, debutó como drama en el teatro Ambassadors del West End londinense, en una producción protagonizada por Richard Attenborough (ahora lord) como el detective Trotter y su esposa, Sheila Sim, como Mollie Ralston, ama de llaves de la mansión. En la primera puesta en escena fue el propio Attenborough el que al final de la función hizo el ruego del pacto de silencio al público.

Sólo en 1974, «La ratonera» se trasladó al teatro St. Martin’s, dos días después de que cayera el telón en el Ambassadors. Se ha representado en 24.587 ocasiones de forma contínua. Su actual productor, Stephen Waley-Cohen, ha contado a la Agencia Reuters que se trasladará de nuevo de escenario: al del teatro Marlowe, de Canterbury. Un programa teatral de caridad se propone además recrear producciones en colegios públicos y privados. Y aunque la obra ha sobrevivido a sus víctimas asesinadas, Waley-Cohen cree que todavía queda sangre fresca en la obra con que sorprender a nuevas audiencias. ¡Larga vida a «La ratonera»!