SILVIA MARSÓ ES NORA EN LA «CASA DE MUÑECAS» DE IBSEN EN EL MONTAJE DE AMELIA OCHANDIANO QUE LLEGA AL TEATRO FERNÁN GÓMEZ DE MAdrid
Amelia Ochandiano celebra el 185 aniversario del nacimiento de Henrik Ibsen con un espectacular montaje de «Casa de muñecas”, su obra más famosa, de lectura es obligatoria en muchas escuelas y universidades. Completan el reparto Rosa Manteiga, Pedro Miguel Martínez, Pep Munné, Mamen Godoy, Cuca Villén y Ionel Pena. La escenografía es de Ricardo Sánchez Cuerda.
«Casa de muñecas» describe la situación en la que se encuentra la protagonista Nora, y su empeño por cambiarla. Su padre es un hombre conservador y bien situado socialmente, sin embargo trata a Nora como si fuera de su propiedad, como si esta fuese un bello objeto, una hermosa y dulce muñequita de porcelana. Su marido, Torvald Helmer, no se diferencia mucho del padre y la considera también como un objeto más. Nora es una mujer aparentemente feliz rodeada de su marido y de sus hijos. Pero esconde un secreto. Enfrentarse a un chantaje le hará vez que su papel en la familia y en la sociedad no es más que el de una muñeca encerrada en una casita confortable. Y acaba rebelándose
Nora fue la primera mujer del teatro que se rebeló contra las ataduras del matrimonio y las convenciones sociales. El estreno de esta obra en 1879 fue la clave para que la figura femenina tuviera una nueva visión en la escena. Nora se convirtió en una de las mujeres que toda actriz desea interpretar. Estrenada el 21 de diciembre de 1879 en el Det Kongelige Teater de Copenhague, fue escrita dos años después de «Las columnas de la sociedad» y fue la primera obra dramática de Ibsen que causó sensación. En Madrid se estrenó por primera vez en 1908, en el teatro de la Princesa, con Carmen Cobeña como protagonista.«Existen dos códigos de moral, dos conciencias diferentes, una del hombre y otra de la mujer. Y a la mujer se la juzga según el código de los hombres. Una mujer no puede ser auténticamente ella en la sociedad actual, una sociedad exclusivamente masculina, con leyes exclusivamente masculinas, con jueces y fiscales que la juzgan desde el punto de vista masculino», explicó Henrik Ibsen cuando estrenó la obra.
