TRAS SU PRESENTACIÓN EN EL FESTIVAL DE ALMAGRO, LLEGA AHORA AL TEATRO ESPAÑOL DE MADRID

Grandes diseñadores para grandes personajes a través de 26 trajes creados especialmente para esta exposición que se puede contemplar en la Sala de los Balcones del Teatro Español de Madrid, de martes a sábado de 11.30 a 19 horas y los domingos de 11.30 a 17 horas, hasta el 22 de mayo.

Ana Locking, Ágata Ruiz de la Prada, Devota et Lomba, Elio Berhanyer, Francis Montesinos, Jesús del Pozo y Miguel Palacio, exponen sus diseños en una exposición de la colección del Museo Nacional del Teatro, que fue presentada en el Festival de Teatro Clásico de Almagro y que ahora llega al Español de Madrid, con entrada libre.
Moda y teatro o alta costura y teatro han ido juntos de manera inconsciente desde los inicios del siglo de oro. El traje diseñado para la tarasca del Corpus desde sus primeras apariciones a fines del siglo XVI -que representaba la gran puta de Babilonia- era durante todo ese año traje de moda para madrileñas, toledanas, sevillanas, granadinas y valencianas. Cuando Goya pinta el retrato de La Tirana le importa mucho más el traje que la cómica.
Andrés Peláez, director del Museo Nacional del Teatro, aclara: «En los últimos años del XIX y primeros del siglo pasado, ahora de manera muy premeditada, las primeras actrices y actores compraban para lucir en escena en las boutiques francesas las creaciones firmadas por Poiret, Lanvin, Mackhintosh, y los primeros diseños de Dior o Balenciaga. Y el gran Julián Romea trajo a España el traje Príncipe de Gales. Los perfumes eran de Patou y las joyas diseños de Tyffany´s. Las actrices lucían estos modelos paseándolos al atardecer por la acera de Chicote camino de los teatros y las grandes damas madrileñas enviaban a sus costureras a copiar los modelos».
Para Peláez, «hoy habituales ya en los escenarios, Elio Berhanyer, Jesús del Pozo, Agatha Ruiz de la Prada, Montesinos, nos resultan imprescindibles a la hora de vestir el escenario. Bien para la alta comedia, para la ópera o el ballet. Junto a ellos, y por vez primera Miguel Palacio, Ana Locking, y Devota y Lomba, se arrojan al vacío de la libertad para vestir la palabra, vestir una idea o un concepto. Es la absoluta creación y por tanto, como exigía Poiret somos testigos de siete grandes de la Historia del Arte en España. Ahora, por generosidad de estos grandes creadores, sus obras se exhiben como piezas que entran por derecho en la Historia del Arte».