El director Juan Miguel del Castillo («Techo y comida») ha presentado en el Festival de Málaga su segundo largometraje, «La maniobra de la tortuga», un thriller policíaco de trasfondo social basado en la novela de Benito del Olmo, que retrata la violencia machista en equilibrio entre el drama social, la realidad y la naturalidad con escenas inspiradas y documentadas con casos reales.

La película se centra en el inspector Manuel Bianquetti, un policía que no pudo evitar el secuestro, violación y asesinato de su hija de pocos años, que vive obsesionado por aquello, y que se ve forzado a aceptar un traslado a la comisaría de Cádiz. Su tranquilidad inicial se verá rota por el hallazgo del cadáver de una joven que le recordará ese pasado que le atormenta. Pese a la oposición de sus superiores, que no parece tener un especial interés por resolver el crimen, Bianquetti emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable, siguiendo unas evidencias que podrían ser fruto de su imaginación. A la vez, su vecina, una frágil enfermera acosada por su expareja recien salida de la cárcel, que la maltrataba durante su vida en pareja, parece ser la única persona que está de su lado.

Del Castillo ha reconocido que cuando conoció la obra se quedó cautivado por «los personajes, las relaciones entre ellos y las circunstancias que les determinan». Decidió ambientarla y rodarla en Cádiz porque le parece «una ciudad muy cinematográfica». El director jerezano ha explicado que quería «una historia con trasfondo social, pero en forma de thriller». Por otra parte, ha confesado que «no he tenido referentes para hacer la película. Lo que tenía claro era que no quería que se pareciese a los largometrajes de género». Del Castillo ha recalcado “que no pretendía dar lecciones a nadie, tan solo aportar su granito de arena sobre una problemática social que continúa hoy en día muy viva porque el sistema no funciona”. Es una frase que tuvieron presente a lo largo de todo el proceso.

La actriz Natalia de Molina, que repite con el director tras «Techo y comida», ha reconocido que sintío «mucha presión» cuando le llamó el director para contarle la historia. Y le resultó interesante que huyeran del cliché de que una mujer maltratada tenga que pertenecer a una determinada clase social. También ha confesado que lo pasó «bastante mal al rodar determinadas escenas con planos muy complejos». Ha calificado a Del Castillo como «un director de actores», que les deja «mucho espacio, flexibilidad y libertad a la hora de interpretar».

Para su compañero de reparto, Fred Tatien, la experiencia ha sido realmente intensa y maravillosa, a pesar de la crudeza de las escenas. El director ha revelado que lo que le gustaba de Tatien era la simbiosis entre la fuerza bruta y la sensibilidad que tenía hasta romperse y llorar delante de la cámara.

La película presenta las dos tramas, la de la búsqueda de los asesinos de la joven, y la de la vecina acosada telefónicamente, que se solapan aunque no llegan a encontrarse. Un detalle fundamental es el entorno social en que se desarrolla la película, teniendo como común denominador de las dos historias la violencia machista que llega hasta el asesinato. Una excelente película de género cuyo estreno tendrá lugar el 6 de mayo en los cines españoles.