«BORIS GUDONOV” RECREA EL ATENTADO TERRORISTA QUE HACE SEIS AÑOS EN UN TEATRO DE MOSCÚ CAUSÓ 171 MUERTOS
El grupo catalán La Fura dels Baus eligió la localidad murciana de Molina de Segura para estrenar el pasado viernes «Boris Gudonov”, un montaje en el que en plena representación de la obra homónima, un grupo de terroristas fuertemente armados con metralletas kalashnikov y cubriendo sus rostros con pasamontañas, irrumpe en el teatro encañonando y secuestrando a actores y espectadores y colocando explosivos en el patio de butacas. La obra es una recreación del atentado terrorista ocurrido en un teatro de Moscú en 2002 que causó 171 muertos.
La obra, que enfrenta a los espectadores con uno de los
mayores miedos contemporáneos, convertirse en víctimas de un atentado
terrorista, horror que vivieron realmente los 900 espectadores que asistieron
en octubre del 2002 al teatro Dubrovka de Moscú a ver un inocente musical, cuya
representación acabó con la muerte de 130 rehenes y 41 asaltantes tras un
secuestro de casi tres días. Entonces, un grupo terrorista checheno tomó el
teatro. Según Álex Ollé, director de la Fura dels Baus, esta es «la más
terrible de las propuestas teatrales».
Esta es la cuarta ocasión en que La Fura dels Baus elige la
comunidad de Murcia para estrenar un nuevo montaje, que posteriormente recorrerá
diversas localidades españolas hasta mediados de octubre. A pesar haberse inspirado
en el asalto del teatro moscovita, «Boris Godunov” está descontextualizada de
cualquier punto de vista político y geográfico.
«El que aquel atentado sucediera en un teatro, que es tu
lugar de trabajo, te intimida más”, dice Ollé, que ha buscado hacer reflexionar
hasta llegar a la última conclusión: que nada vale más que una vida humana.
Mientras los espectadores secuestrados son insultados y
maltratados por los supuestos asaltantes, desde una pantalla de proyección situada
en el escenario sirve para que estos espectadores puedan seguir de cerca el
funcionamiento del gabinete de crisis de un Gobierno imaginario, al que dan
vida los actores Jordi Boixaderas, Carles Canut, Pere Arquillué y Mariona
Bassa, entre otros, y de la mediadora de conflictos, así como las disputas
entre los mismos asaltantes. Estos actores intercambian papeles pudiendo ser
terroristas encapuchados en una función, integrantes del gabinete de crisis en
otra o incluso espectadores, ya que algunos miembros de la compañía se
convierten en espectadores, mezclándose con los auténticos.