Brillante trabajo de Natalia de Molina como protagonista de la ópera prima de Juan Miguel del Castillo

El drama de los desahucios centra la trama de «Techo y comida», película dirigida por Juan Miguel del Castillo que se ha presentado en la mañana de este jueves 23 en la Sección Oficial del 18 Festival de Málaga. Natalia de Molina protagoniza el filme realizando un brillante trabajo.

Natalia de Molina y Jaime López, protagonistas de este trabajo, han acompañado el realizador junto al resto del equipo actoral conformado por Mariana Cordero, Mercedes Hoyos, Natalia Roig, Manuel Tallafé, así como los productores Alfred Santapau y Germán García.

«Mi intención ha sido dejar un reflejo de la que está cayendo. Una denuncia social que tiene como intención hacer reaccionar al pueblo y que da voz a las víctimas, a los que peor lo están pasando”, ha explicado Juan Miguel del Castillo, destacando que la película está realizada «sin subvenciones y ningún tipo de ayuda”. Por su parte, Germán García, uno de los productores, ha señalado que desde que leyó el guión y le pareció «una historia que debe contar el cine de ficción, que refleje que las decisiones de quienes nos gobiernan tienen consecuencias”. «En definitiva, es una historia universal contada desde el punto de vista de mi tierra, de Andalucía”, subrayó Juan Miguel del Castillo. «Andalucía es una tierra que está muy castigada. Las cosas nunca han ido bien, y es algo que me toca mucho la fibra, porque tengo a gente muy cercana que lo está pasando mal», ha añadido el director jerezano.

La actriz Natalia de Molina, que protagoniza este trabajo por el que ya es una firme candidata al premio de interpretación femenina, ha aclarado la dificultad de su papel. «Ha sido el papel más complicado que he hecho en mi corta carrera, pero me he dejado la piel ahí y he puesto mucho sacrificio porque quería darlo todo”, ha dicho durante la rueda de prensa que ha contado con el buen humor de Jaime López, de ocho años, coprotagonista de «Techo y comida». «Ella lo ha hecho muy bien y a mí se me ha pegado y lo hice igual que ella», decía López. El equipo actoral ha destacado en conjunto la importancia de la película para reivindicar un derecho como es el que refleja el artículo 47 de la Constitución a una vivienda digna. «Los actores y actrices tenemos la responsabilidad de hacer ver la realidad social”, afirmaba la actriz Mercedes Hoyos. «En nuestro Gobierno debería haber un Ministerio de la Constitución que se encargara de que se cumpla y no sólo cuando ellos quieren”, ha añadido el actor Manuel Tallafé.

La película se desarrolla en Jerez, en el año 2012, cuando se jugaba la Eurocopa. Se centra en la historia de Rocío, una joven madre soltera y sin trabajo que no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio por lo que no puede hacer frente a los pagos del alquiler del piso en el que vive. Entre la vergüenza y el temor a perder la tutela de su hijo Adrián, de 8 años, Rocío sufre en soledad una situación de precariedad que empeora cada día. La denuncia del propietario, acuciado también por las deudas, precipitará la amenaza de la orden de desahucio.