El cine español sigue proporcionando buenas sorpresas en el Festival de San Sebastían. Este miércoles 21 le ha tocado a «La consagración de la primavera», la tercera película de Fernando Franco tras «La herida» y «Morir», protagonizada por los debutantes Telmo Irureta y Valèria Sorolla junto a la veterana Emma Suárez.
Laura acaba de llegar a Madrid para estudiar Ciencias Químicas en la Universidad. Viene de Mallorca y de una familia conservadora que la tiene controlada en un colegio mayor de monjas. Sola y casi sin dinero, intenta adaptarse a su vida universitaria mientras lidia con sus inseguridades. Ella, sin embargo, se empeña en liberarse sexualmente de todas las maneras posibles: en fiestas, en Tinder… Y, cuanto más lo intenta, más sufre. Una noche, por casualidad, conoce a David, un chico con parálisis cerebral. La relación con él y con su madre proporcionará a Laura el impulso necesario para superar complejos e inseguridades y encarar con confianza una nueva etapa. buscando información de él por internet descubre que escribe un blog sobre la necesidad de asistencia sexual para personas con discapacidad. Tras un encuentro casual, Laura decide convertirse ella misma en su asistente sexual, con la complicidad de la madre del chico.
La película habla sobre ese momento vital en el que todo es posible y sobre cómo los encuentros más inesperados pueden ser determinantes para tu vida. Se agradece que el joven discapacitado haga gala de un saludable humor negro sobre su discapacidad, que quita toda posible amargura al personaje. Excelentes trabajos de Telmo Irureta (actor con parálisis cerebral) y Valèria Sorolla que hacen fácil lo que sobre guion pudiera parecer complicado.
Ricardo Franco admite que “desde que hice «La herida» es patente mi gusto por un cine fundamentado en el retrato psicológico de personajes que pasan por situaciones emocionales de encrucijada vital. Laura proviene de un entorno conservador que nada tiene que ver con lo que encuentra en la casa de David, una especie de oasis de tolerancia al que no está nada habituada. Su paso a la madurez consistirá, fundamentalmente, en replantearse las nociones que traía inculcadas y darse cuenta de que todo es bastante más ambiguo que ciertas categorizaciones morales maniqueas. Es un personaje que conecta inevitablemente con esa situación por la que todos, de un modo u otro, hemos pasado: la emancipación, el abandono del nido y la consolidación de una personalidad propia”. La película se estrena este 30 de septiembre.