Dirigida por José Luis Gago tal y como la concibió su autor, sin retoque de ningún tipo, se representa en el Teatro Arenal

El Teatro Arenal de Madrid rescata la comedia del dramaturgo Carlos Arniches «La venganza de la Petra». José Luis Gago dirige esta obra, que contará con dos elencos de actores de la Compañía Lírica Ibérica, con Ruth Terán al frente, tal y como fue concebida por Arniches, sin ningún tipo de retoques.

«Esta obra se representa como se concibió en su origen y se mantendrá intacto tanto el texto como la escenografía», destaca José Luis Gago. «No hemos hecho una versión porque admiramos al autor y lo queremos a él. Es tan respetable como quien quiera traerlo al 2012 y actualizarlo», asegura, aclarando que se ha respetado hasta los decorados y el vestuario propio del Madrid de las primeras décadas del siglo XX.

La comedia cuenta la historia de Petra, una joven natural de Madrid que está casada con Manolo. Él es un mujeriego y un vividor que, aunque quiere a su mujer, no está dispuesto a dejar de lado su vida de soltero. Ella, para conseguir atraerlo y conseguir que abandone sus hábitos, tratará de darle celos y se vengará así de su actitud. En este argumento entran a formar parte un buen número de personajes en los que se pone de manifiesto el ingenio del lenguaje de Arniches, los conflictos y situaciones enredadas o la caracterización de sus personajes, que lleván al espectador a la carcajada.

La comedia se estructura en dos actos, en los que se mezcla la picaresca con la ingenuidad consentida y el amor. «Todos los personajes son protagonistas», señada Gago, para quien esta obra posee una homogeneidad y un equilibrio en la trama.
La actriz Natalia Jara, que se mete en la piel de Nicanora, ya interpretó este papel hace 20 años. Sin embargo, a pesar de que fue una de las primeras obras de su vida, ha manifestado que «esta Petra es mejor» y ha destacado la labor que ha llevado a cabo Gago.
Didier Otaola, quien interpreta a Manolo, indica que esta obra de Arniches es uno de los textos más divertidos que existen. «Es sencilla y tiene un ritmo maravilloso. La gente necesita reírse, y eso lo aseguramos en esta función», concluye.