El director Jota Linares ha presentado en el Festival de Málaga el largometraje «Las niñas de cristal», un drama psicológico basado en hechos reales que refleja la parte más dura y desconocida de los artistas. La película se desarrolla en el mundo del ballet clásico: Tras el suicidio de la bailarina estrella del Ballet Clásico Nacional, es Irene, la seleccionada para ocupar su lugar en el inmediato estreno de «Giselle», encontrando una amiga en una nueva bailarina, Aurora. Juntas, aisladas y presionadas por el sacrificio que supone triunfar en la danza clásica, emprenden una huida hacia adelante en busca de si mismas.

El guion también lo escribe Jota Linares junto a Jorge Naranjo, en el que abordan diversos temas como el síndrome del impostor, el miedo al fracaso, la frustración, la disciplina y exigencia extrema a través de la historia de estas dos bailarinas profesionales. A Linares le parece muy interesante «transmitir el miedo, la preocupación y la angustia a la que se tienen que enfrentar los artistas en su día a día».

María Pedraza protagoniza el largometraje y le acompañan Paula Losada, Mona Martínez, Marta Hazas y Ana Wagener en el reparto. Pedraza interpreta a Irene, el personaje principal, quien experimenta el síndrome del impostor. La trama gira en torno a la relación entre ella y su amiga -interpretada por Losada- para reflexionar sobre asuntos trascendentales de su vida y de su profesión.

El largometraje cuenta con escenas caracterizadas por su crudeza, pero Linares ha recalcado que «todo es real y es fruto de un largo proceso de investigación con bailarines profesionales». Incluso ha advertido de que ha prescindido de muchos detalles porque la realidad era tan dura, «que incluso podría llegar a parecer una farsa o una exageración». Linares también se ha propuesto contar «cómo el miedo paraliza al artista, especialmente cuando alcanza su éxito, y cómo este tiene que forjar un universo paralelo e imaginario donde sentirse seguros», ha argumentado. Sobre el trabajo de dirección, la actriz Marta Hazas ha destacado «el sello tan personal e interpretativo de Linares en este largometraje, donde sus personajes tienen muchas aristas y una gran profundidad». Para ella «cobra mucho valor la comunicación no verbal y todo aquello que no se cuenta o no se dice». Sobre su personaje ha revelado que ha disfrutado «recreando un viaje a través de la frustración». Por otra parte, Paula Losada ha explicado que debuta por primera vez en el cine, porque ella realmente es bailarina profesional. «Por esta razón, me he visto muy reflejada en cierta parte en Aurora».

Su protagonista María Pedraza también ha dedicado parte de su vida a la danza, pero la dejó a un lado cuando se embarcó en sus primeros proyectos de arte dramático. Su primer largometraje como protagonista fue «Amar», que también se presentó en el Festival de Málaga. Ha confesado que «aunque ya no me dedique profesionalmente a ese sector, siento que la bailarina siempre se lleva dentro, por lo que poder unir mis dos pasiones ha sido como un regalo para mi». Pedraza también ha indicado que cuando Linares le llamó por primera vez para hablarle de este largometraje, «me encontraba en un momento determinante, ya que las propuestas que me llegaban apenas me hacían ilusión. Sin embargo, ésta me apasionó». Ha contado que «me parece clave que el director confíe en sus actores porque sin esa confianza no habría podido desembocar en estos personajes tan interesantes y que integran tantas capas». El estreno de la película tendrá lugar a través de Netflix el próximo 8 de abril.